ECONOMÍA, TENSIONES RACIALES Y POLÍTICA EXTERIOR EN EL CANDELERO

El feroz debate a cara de perro entre Clinton y Trump con bocados en la yugular

El feroz debate a cara de perro entre Clinton y Trump con bocados en la yugular

Ha sido un trago difícil para ambos, que se han enfrentado a muerte en el primer debate entre candidatos a la presidencia de Estados Unidos. Hillary Clinton y Donald Trump, se dedicaron este lunes 26 de septiembre de 2016 ha lanzarse acusaciones a destajo. Todo sea para ocupar el sillón más poderoso del mundo.

Ambos discutieron sobre sus planes económicos y de creación de empleo, las tensiones raciales que están sacudiendo al país en los últimos tiempos y la política exterior de Washington, especialmente en Medio Oriente.

Hillary Clinton fue la primera en contestar una pregunta del moderador Lester Holt, sobre su plan para crear mejores puestos de trabajo para los trabajadores estadounidenses.

Clinton dijo que «la cuestión central es en qué clase de país queremos vivir. Tenemos que crear una economía que funcione para todos». La candidata demócrata dijo que su receta se concentra en «innovación, tecnología, pequeñas empresas, energías renovables, el aumento del sueldo mínimo y un salario igual para las mujeres, y compartir las ganancias de las empresas».

También llegó el primer ataque de la candidata demócrata a su rival republicano. Clinton cuestionó el préstamo que le dio el padre de Trump para empezar con su carrera de empresario.

El republicano contestó: «Mi padre me dio un préstamo muy pequeño y yo lo transformé en una empresa multimillonaria».

Hillary volvió a tomar la palabra y en otra definición contundente dijo: «Trump cree que mientras más se ayuda a la gente adinerada, mejor será».

Luego fue el turno de Trump, quien inició el debate pregonando su plan para crear empleos y aseverando que México y otros países los «están robando».

Trump dijo: «Nuestros empleos están huyendo del país, están yendo a México y muchos otros países».

«Tenemos que impedir que sean robados nuestros empleos», señaló, y afirmó que la construcción de fábricas en México es como «la octava maravilla del mundo».

«Están usando nuestro país como alcancia para financiarse», dijo el magnate. «Tenemos que parar que nos roben los trabajos, parar que nuestras empresas dejen EEUU».

Trump exigió la renegociación de tratados comerciales de Estados Unidos y dijo que la creación de empleos prosperará en un gobierno suyo debido a sus planes de impuestos bajos y menos regulaciones. «Voy a reducir las tasas desde el 35 hasta el 15 por ciento para las pequeñas empresas», dijo.

Para el candidato conservador, «nuestro país está en problemas. (Clinton) No sabe qué hacer ante devaluaciones en esos otros países, especialmente en China. Lo que están haciendo con nosotros es algo muy triste». «Yo traeré empleos de vuelta. Tú no puedes», le lanzó a la ex secretaria de Estado.

Uno de los cruces más intensos fue sobre el tema del comercio internacional. Clinton, atacada en este tema por Trump, defendió la herencia de Bill Clinton.

«Mi esposo hizo un buen trabajo en los 90», dijo Hillary.

«Aprobó el peor acuerdo comercial en la historia de este país», retrucó Trump, refiriendose al NAFTA, el acuerdo comercial con México.

Clinton buscó salir del tema para ella incomodo y dijo: «No asumamos que el comercio es el único tema en nuestra economía».

«Hay devastación por todas partes por el NAFTA», volvió a la carga Trump. «Usted dijo que el NAFTA es lo mejor de lo mejor en los acuerdos de comercio».

Clinton le respondió que «tú vives en tu propia realidad».

«¿Entonces es culpa de Obama?», preguntó socarronamente Trump.

Mails de Clinton y declaración jurada de Trump

Trump atacó a Hillary afirmando que revelará su declaración jurada si Clinton revela los 33 mil correos electrónicos que borró desde su servidor privado.

Clinton había sugerido que el magnate está escondiendo su declaración jurada porque esconde «algo terrible», como un bajo porcentaje de impuestos o pocas contribuciones de caridad.

Sobre la cuestión controvertida de los mails, Clinton dijo que asume la responsabilidad de usar el servidor privado para sus mails como Secretario de Estado. «Cometí un error usando mi mail privado», dijo Clinton. «Esto es seguro», marcó Trump y Clinton retrucó: «Me asumo la responsabilidad por eso».

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