Los venezolanos en el extranjero levantan la voz para ser oídos por el Consejo de Seguridad de la ONU. La carta de las 16 organizaciones firmantes llevará al Consejo de Seguridad el punto de vista de los representantes de la sociedad civil en varias regiones del mundo, resumido en cinco solicitudes concretas, que también incluyen las acciones que consideran que se deben llevar a cabo, respetando las posibilidades reales de maniobra de la Comunidad internacional en un caso inédito y dramático como el venezolano.
Esta reunión, convocada de urgencia por la nueva presidente, bajo la denominada «Fórmula Arria», es una especie de foro «informal» que permite a los miembros del Consejo conversar de forma distendida sobre el tema venezolano.
Esta es ya la segunda que se organiza sobre Venezuela, la primera fue en 2017, también convocada por Estados Unidos. En este sentido, la carta de los ciudadanos solicita, en primera instancia, que la crisis venezolana entre a formar parte de la agenda formal de la ONU, teniendo en cuenta su creciente importancia para la paz y la seguridad internacionales y que se autorice a una Misión de Evaluación de la ONU con acceso irrestricto a Venezuela para que valore, en el terreno, la situación actual.
En segundo lugar, los firmantes solicitan al Consejo que tome las medidas necesarias para crear las condiciones para unas elecciones libres y transparentes en Venezuela. Estas medidas deben incluir la participación de los venezolanos en el exilio, asegurar la inmediata liberación de todos los presos políticos y otorgar derechos de voto a los refugiados venezolanos que residen en el extranjero.
En este contexto, proponen los firmantes, el Consejo de Seguridad, debe considerar el establecimiento de una Misión de Observación Electoral en Venezuela, para que monitoree tanto las nuevas elecciones como el proceso electoral.
Un tercer punto, solicita aumentar la presión sobre el régimen venezolano, con sanciones personalizadas a los funcionarios de alto nivel y sus intereses económicos, muchos de los cuales se gestionan a través de instituciones financieras europeas e internacionales. Estas sanciones deben estar vinculadas a la exigencia de avanzar con gestiones serias y creíbles para la liberación de los presos políticos, la restauración de una democracia constitucional y el respeto del Estado de Derecho y de los derechos humanos de todos los venezolanos.( ONU: sigue llegando información de muertes por malnutrición en Venezuela)
En relación a la parte que más preocupa a los países de la región actualmente, la crisis de la estampida masiva de venezolanos, la carta solicita que se le dé soporte a los países de acogida para que puedan garantizar un estatus de protección temporal a los venezolanos migrantes, lo que permitirá que residan y trabajen en los países vecinos, como lo exige la Declaración de Cartagena. La misiva también hace un llamado a la conformación de un liderazgo internacional para dirigir el proceso de los flujos migratorios en la región.
Uno de los puntos fundamentales que trata la carta es la necesidad de la asistencia humanitaria a la población venezolana y el acceso a las entidades y actores de ayuda humanitaria.
Para finalizar, el documento urge e insiste al Consejo de Seguridad que implante un mecanismo de investigación a través de una comisión que indague sobre Venezuela y asegure el fin de la impunidad y haga justicia al pueblo venezolano. (Julio Borges acudirá al Consejo de Seguridad de la ONU sobre la crisis en Venezuela)
Asociaciones firmantes: VenEuropa ASBL (Bélgica); VenAmérica CAC (Costa Rica); ProVenezuela (Alemania); Viva Venezuela Hungría; Fundación Humano y Libre (México); Venezuela Viva Onlus (Italia); Vaex (USA), VenAruba Solidaria (Aruba), Asociación Cultural Venezuela en Toscana (Italia), Asovensal (El Salvador); Watunna Venezuela etcompagnons (Francia); Venezuela in Piemonte (Italia); VeneMex (México); Insieme per il Venezuela (Italia); Asociación Integración de los Venezolanos en España; Asovegua (Guatemala).
