La dictadura chavista se atrinchera, luego de sentirse apoyado por la fuerzas militares rusas, ahora el régimen ha decidido mostrar la puerta de salida a los países que han cuestionado la permanencia de Maduro en poder para el próximo 2019.
Luego de las pasadas elecciones fraudulentas llevadas a cabo en el pasado mes de mayo, Maduro pretende mantenerse como mandatario de Venezuela por seis años más, y ante la negativa de la comunidad internacional democrática de reconocerle como presidente, el canciller venezolano,Jorge Arreaza, en una reunión con el cuerpo diplomático acreditado en el país ha afirmado lo siguiente:
Ante el nuevo Gobierno del presidente Maduro, el Estado que quiera retirar su embajador, su cuerpo diplomático y su cuerpo consular de Venezuela: bienvenido, puede hacerlo, adiós, pero se lleva desde el embajador hasta el último funcionario consular.
«Si no van a respetar al Gobierno de Venezuela es mejor que se vayan, porque el presidente incluso lo dijo ayer, si se quedan, se quedan respetando el ordenamiento jurídico venezolano, a las autoridades venezolanas y la paz y la estabilidad de Venezuela», añadió.
Con la reelección, Maduro se aseguró estar al frente de los destinos de Venezuela al menos hasta 2025, y ayer dijo que incluso podría presentarse para un nuevo período.
Pero varios países de la región y Estados Unidos han declarado que Maduro perderá legitimidad si finalmente jura el cargo el venidero 10 de enero, un día que el chavismo, en el poder desde 1999, tratará de convertir en una «fiesta nacional».
Hoy mismo, Carlos Trujillo, embajador estadounidense ante la Organización de Estados Americanos (OEA), afirmó que debe haber un debate regional sobre el escenario que se abrirá si Maduro se juramenta el 10 de enero.
No vamos a tener todos la misma respuesta, pero es importante tener una conversación sobre el no reconocimiento de las elecciones ¿Qué significa desde una perspectiva diplomática? Todos los países tendrán una respuesta diferente
En ese sentido, Arreaza añadió que espera que los Gobiernos, incluido el de Estados Unidos, al que Maduro ha pedido diálogo en varias ocasiones, reconsideren estas medidas pues la dictadura desea mantener relación diplomática con todos los Estados.
Hizo además un llamamiento a la sindéresis «a los Gobiernos que atacan a Venezuela» y «que pretenden aislarla» en el plano internacional.
El plan siniestro del enemigo externo – la jugada comunista
En la reunión con los embajadores, el canciller venezolano expuso los detalles de un presunto plan orquestado por Estados Unidos, con ayuda de Colombia y Brasil, para asesinar a Maduro y poner fin a la llamada revolución bolivariana.
Maduro, que sigue con el tono de su estrategia propagandística, dijo ayer que más de 700 «mercenarios» están siendo entrenados en Colombia para simular ataques venezolanos contra las fuerzas del orden en el país vecino y que esto genere una «desestabilización» que justifique la intervención extranjera.
Por ello, Arreaza quiso «dar las alertas a los respectivos Gobiernos» que tienen representación diplomática en Caracas.
Pero el Gobierno de Colombia reiteró en un comunicado «su apego al derecho internacional y a las normas y costumbres que le son propias», al rechazar formar parte del complot que denunció Maduro.
