Estados Unidos

Cuatro secretos del proceso de admisión de la Universidad de Harvard

La prestigiosa institución dio a conocer los criterios de selección, misteriosos hasta el momento

Cuatro secretos del proceso de admisión de la Universidad de Harvard
Harvard

El misterio ha sido desvelado. Los secretos del sistema de admisiones de la Universidad de Harvard se revelaron durante tres semanas, en octubre, cuando se celebraron las audiencias en el juicio que el grupo Students for Fair Admissions (SFFA, estudiantes en favor de admisiones justas) inició en 2014. ( ‘Oumuamua’: Científicos de Harvard creen que el primer visitante interestelar es una antigua nave extraterrestre)

La institución fue acusada de discriminar a los estudiantes asiático-americanos; el abogado William Lee argumentó que eso no era cierto y que si la justicia falla contra Harvard causaría la eliminación de 1.000 estudiantes latinos y afroamericanos.


Mientras el tribunal se prepara para dictar sentencia, los 40.000 aspirantes que anualmente compiten por los 1.600 lugares en la universidad (en promedio; en el último ciclo se presentaron 42.749 e ingresaron 1.962) prestaron atención extra. A diferencia de las generaciones anteriores, estos estudiantes tuvieron un acceso inédito a información sobre el misterioso proceso de admisiones, el modo en que Harvard otorga puntaje por logros académicos y los pasos para determinar a qué aspirantes rechazará.

«Durante años, Harvard ha batallado contra la publicación de documentos que muestren los entresijos de su oficina de admisiones«, señaló The Wall Street Journal. «Entre los aspectos más controvertidos del proceso de admisión, cada aspirante recibe un ‘puntaje personal’ que refleja, en parte, un análisis de rasgos de la personalidad como el humor, el coraje y la amabilidad«.

Durante el juicio varios e-mails mostraron que algunos factores influían positivamente en el método «holístico» -como lo llamaron los abogados de Harvard- de selección: «Riqueza familiar y conexiones con la universidad; superioridad atlética y un origen afroamericano o latino», enumeró CNN entre algunos factores. Familias que hicieron donaciones a la institución, conocimiento de griego y latín, un padre o madre inmigrante y un hogar humilde también eran factores positivos.

The New York Times resumió los cuatro grupos principales que obtienen una ventaja competitiva para entrar a Harvard:

Atletas, hijos de graduados, candidatos de las autoridades, hijos de los profesores (ALDC)

La universidad favorece a los estudiantes atletas, hijos de graduados de Harvard, candidatos que estén en la lista de intereses de autoridades como decanos o directores, «que con frecuencia incluyen a los hijos de donantes ricos y figuras prominentes, en su mayoría blancos», y los hijos de los profesores o el personal.

«ALDC representa sólo el 5% de las solicitudes pero el 30% de esos estudiantes son admitidos«, observó el periódico.

«Aunque ser un ALDC ayuda -su tasa de aceptación es del 45%, comparado con el 4,5% a 5% del resto- no es garantía», agregó. Una de las rechazadas, a pesar de ser hija de un graduado, fue la jueza a cargo del caso, Allison D. Burroughs. «Los testigos de Harvard dijeron que era importante conservar la ventaja de la tradición porque alienta a que los graduados dediquen tiempo, conocimiento y dinero a la universidad». (Esta novedosa startup de Harvard quiere revertir la edad de los perros, y luego la de los humanos)

Estudiantes de «zonas con menor población»

Todos los años Harvard envía miles de cartas para invitar a estudiantes, elegidos según el puntaje de la Prueba de Aptitud Académica estándar en el país, llamada SAT. Aquellos estudiantes que aceptan y se postulan, tienen el doble de posibilidades que los demás de ser aceptados.

La oficina de admisiones no tiene un criterio único de puntaje. «En las ‘zonas con menor población’ -20 estados mayormente rurales donde relativamente pocos se postulan para Harvard- la universidad reduce el puntaje mínimo del SAT para que los estudiantes blancos cumplan los requisitos para una invitación», señaló el periódico de Nueva York

En 2013 la invitación para los jóvenes blancos de estados con gran población rural requería un SAT con puntaje de 1.310, mientras que para las mujeres blancas en general y asiático-americanas exigía 1.350, y para los varones blancos en general y los asiático-americanos, 1.380. A negros, hispanos y descendientes de indígenas, entre otras minorías, se les pedía un puntaje de 1.100 para ser invitados, con independencia de su domicilio.

Aspirantes efervescentes o reflexivos

Los encargados de las admisiones deben buscar aspirantes con «cualidades personales excepcionalmente atractivas«, que podrían incluir «efervescencia, caridad, madurez y fuerza de personalidad». Según los documentos presentados ante el tribunal, los estudiantes extrovertidos parecen beneficiarse más.

«Pero nuevas pautas presentadas días antes de que el juicio comenzara alertaron a los oficiales que deberían valorar rasgos de carácter ‘no siempre sinónimo de extroversión‘, y que los aspirantes que parezcan ‘particularmente reflexivos, perspicaces y/o dedicados’ deberían recibir alto puntaje personal también», reconstruyó el Times.

Aunque ante la jueza la defensa aceptó que los estudiantes asiático-americanos recibían menos puntaje personal que los demás, el decano de la oficina de admisiones de Harvard, William Fitzsimmons, dijo que no era prueba del estereotipo de los asiáticos como «trabajadores pero mediocres», como dijo la querella. La responsabilidad, alegó, recae en las tibias recomendaciones de profesores y consejeros del secundario.

Candidatos con una historia de vida emocionante, que han superado obstáculos

Varios documentos presentados en el juicio revelaron que se favorecía a los estudiantes pobres y a los que provenían de circunstancias difíciles. «Pero las historias de superación de desafíos o similares también daban ventajas a los solicitantes», agregó el artículo.

Un joven nacido en Vietnam habló sobre el bullying que sufrió por su acento; una joven afroamericana relató los esfuerzos que hizo para obtener una beca que le permitiera ir a una escuela secundaria prestigiosa y cómo sobrellevó que los maestros le dijeran que no era lo suficientemente inteligente para lograr su objetivo universitario.

Fitzsimmons dijo que el origen étnico de un candidato sólo se tomaba en cuenta si reflejaba las experiencias de su vida, como «el hecho de que tener que superar y sobrellevar esa clase de obstáculos».

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