A Podemos y sus marcas blancas les gustan las pancartas, siempre y cuando no vayan contra ellos, claro.
Una pancarta fue precisamente el motivo de la enésima polémica vivida en el salón de plenos del Ayuntamiento de Cádiz, donde no hay una sesión tranquila.
El alcalde, José María González, Kichi, dejó que unos ciudadanos entraran como público y desplegaran una enorme sábana en la que se leía: PP corrupto y lacayo de los sectores estratégicos del sistema capitalista (energía, finanza…).
El pleno empezó y ahí seguía la pancarta, hasta que en su turno de palabra el concejal del PP José Blas Fernández pidió al regidor que ordenara retirarla porque insultaba gravemente a uno de los grupos municipales.
Pero Kichi se negó rotundamente, y en medio de aspavientos afirmó: «Mientras los que porten la pancarta no falten al respeto a ningún miembro de este pleno no se retirará la pancarta».
La discusión siguió subiendo de tono cuando tomó la palabra la también concejal del PP y exalcaldesa Teófila Martínez. «Yo soy miembro del Partido Popular y no tengo por qué aguantar ese texto», se quejó. «Estoy indignada por su permisividad».
El alcalde salió en defensa de los pancarteros, por si quedaba alguna sobre de qué lado estaba. «Nosotros estamos indignados con la corrupción de este país, con la corrupción del PP».
Y como la edil popular quiso seguir hablando de la «doble vara de medir» de Kichi y el alcalde no tenía argumentos, éste le cerró el micrófono, zanjando el debate por las bravas.
