Hoy, en España, el Gobierno socialista decide dónde, cómo y cuándo se entierra a un muerto, en contra de la voluntad y los derechos más elementales de su familia

Sánchez, el profanador de tumbas (*)

Pedro Sánchez, secretario general del PSOE y presidente de Gobierno en funciones, ha desenterrado heroicamente el cadáver de Franco en contra de los deseos de su familia, de la autoridad eclesiástica y de millones de españoles

 

Sánchez, el profanador de tumbas (*)
Franco y el príncipe Juan Carlos presidiendo el Desfile de las Fuerzas Armadas (Madrid, 1973)

El pasado lunes, 21 de octubre, Pedro Sánchez inició su heroica profanación de la tumba de Franco. Durante tres días ha prolongado su valerosa acción profanadora, hasta las 12.38 horas del jueves 24 en que ha culminado la hazaña con el traslado de sus restos al cementerio de Mingorrubio, en El Pardo. Por Real Decreto, sin consenso político ni popular, Sánchez ha exhumado los restos de Franco 44 años después de su entierro en la Basílica del Valle de los Caídos y el solemne funeral de Estado celebrado frente al palacio de Oriente, presidido por Juan Carlos I y al que asistieron centenares de miles de españoles, el Gobierno de Arias Navarro, y Jefes de Estado, de Gobierno y altos representantes de países de todo el mundo.

Pedro Sánchez, secretario general del PSOE y presidente de Gobierno en funciones, ha desenterrado heroicamente el cadáver de Franco en contra de los deseos de su familia, de la autoridad eclesiástica de la Basílica y de millones de españoles. Se lo ha arrebatado a su familia y lo ha enterrado como a un perro; sin testigos, sin cámaras (salvo las suyas), sin honores, sin la bandera nacional sobre su féretro, en secreto, «prohibiendo la convocatoria pública y el uso de medios de captación y reproducción de imagen y sonido [incluso a sus familiares]», donde ha decidido el Gobierno y no en la cripta familiar de La Almudena, como quería su familia.

Una profanación sin precedentes; un acto infame, inmoral, cobarde y repugnante. Una muestra brutal de venganza, odio y revancha de la mal llamada ‘memoria histórica’; una ley soviética, totalitaria y guerracivilista

Hoy, en España, el Gobierno decide dónde, cómo y cuándo se entierra a un muerto, en contra de la voluntad y los derechos más elementales de su familia. Algo inconcebible hasta en las dictaduras más brutales. Ni en la Corea de Kim Jong-un ocurre ésto. Así quiere entrar Sánchez en la Historia. Mientras, Felipe VI otorga y calla.

Sánchez, todavía presidente de Gobierno en funciones, ha buscado -y encontrado- en la prevaricación continuada del Tribunal Supremo, y del Constitucional, coartada legal para su bizarra profanación de la tumba de Franco, y su entierro donde a él le ha salido de los cojones. Y todo ello, con la enérgica abstención y el aguerrido silencio de la oposición: la ‘derecha’, cómplice y cobarde; tanto la del Partido Popular de Pablo Rajoy Casado como la de Ciudadanos de Albert Veleta Rivera.

Por si fuera poco, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, indigno presidente de Gobierno de España en funciones, subvirtiendo cínicamente el concepto de democracia con sus deseos e intereses, se ha permitido la enorme desvergüenza de insultar la dignidad de España, de la Jefatura del Estado, de los gobiernos anteriores y de los españoles en general, proclamando en la Asamblea General de la ONU su abyecta decisión de exhumar al «dictador», autocalificándola como «gran victoria de la democracia española que cierra uno de los capítulos más oscuros de nuestra Historia». «Hoy comenzamos las labores para sacar al dictador Franco de donde ha reposado inmoralmente demasiado tiempo -añadió- porque ningún enemigo de la democracia merece un lugar de culto ni de respeto institucional». ¿Se puede ser más cobarde, más indigno, más felón y más canalla? A moro muerto, gran lanzada.

Mala cosa, cuando se necesita explicar lo obvio. Así ocurre con la exhumación de Franco por Sánchez, el okupa de la Moncloa, 44 años después de su muerte en la cama y de su entierro con los correspondientes honores de Jefe de Estado. Una profanación sin precedentes en la Historia de España; un acto infame, inmoral, cobarde y repugnante. Una muestra brutal de venganza, odio y revancha canallesca de la mal llamada ‘memoria histórica’; una ley soviética, totalitaria y guerracivilista; un estúpido recurso para la imposible reescritura de la Historia, el enfrentamiento fratricida y, supuestamente, ganar votos.

Pero así son las cosas: es lo que hay en esta olvidadiza y cainita España nuestra. La que tristemente ha liquidado el espíritu de la Transición. La que permite que sujetos como Sánchez okupen la presidencia del Gobierno. La España que le dolía a Unamuno: «Soy español, español de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio; español sobre todo y ante todo». En aquella época de unamunos, machados, joseantonios y ortegas, España dolía. Hoy, cautiva y desarmada, España yace inerte. Olvidada. ¿Resucitará?

(*) Postscriptum

25 de octubre de 2019

Santiago Cantera, prior del Valle de los Caídos, ha hecho pública una nota de prensa en la que denuncia que la Delegación del Gobierno ha ‘ocupado’ la Basílica excediendo los acuerdos del Consejo de Ministros, impidiendo incluso el acceso a la Comunidad benedictina, únicos titulares y custodios del templo (colocando cadenas y candados en la puerta de acceso entre la Abadía y la Basílica), produciéndose la paradoja de que la Guardia Civil (y operarios y jerarcas socialistas) accedan y deambulen libremente por la Basílica y sus legítimos titulares y custodios no puedan acceder al templo. Por todo ello, la Abadía ha presentado la correspondiente denuncia ante el Juzgado competente. Así mismo, esta mañana la Delegación del Gobierno ha impedido una concentración frente al cementerio de Mingorrubio contra la exhumación de Franco.

Ésta es la nota íntegra:

NOTA DE PRENSA DE LA ABADÍA SANTA CRUZ

Ante los acontecimientos producidos en las últimas semanas en relación con el conjunto del Valle de los Caídos y para evitar noticias distorsionadas, esta Comunidad benedictina quiere hacer las siguientes puntualizaciones:

  1. Las actuaciones producidas en el Valle de los Caídos desde finales de septiembre, dirigidas al parecer por la Delegación del Gobierno, se han excedido, y mucho, de los términos de los acuerdos del Consejo de Ministros de 15 de febrero y 15 de marzo de 2019 que se pretenden ejecutar.
  2. A partir del 11 de octubre, tras el acuerdo del Consejo de Ministros que decretaba el cierre del recinto del Valle de los Caídos, se permitió, exclusivamente, la estancia de los huéspedes de la Hospedería y, con muchas dificultades y algunas prohibiciones, la asistencia de fieles al culto de la Basílica.
  3. Desde esa fecha, la Guardia Civil, sin autorización judicial que lo permitiera, accedió y deambuló por dependencias de la Abadía y, lo que es más grave, accedió y deambuló por la Basílica sin autorización eclesiástica alguna y ocupándola durante las 24 horas del día, vulnerando, de esta manera, tanto el derecho a la inviolabilidad domiciliaria como el derecho a la libertad religiosa.
  4. Sorprendentemente, desde el domingo 20, a las 14 horas, se ordenó el cierre de la Basílica con la excusa de hacer preparativos para la exhumación de los restos de D. Francisco Franco, impidiéndose incluso el acceso a los miembros de esta Comunidad, únicos titulares y custodios del templo (colocándose cadenas y candados en la puerta de acceso entre la Abadía y la Basílica), produciéndose la paradoja de que accedían a la Basílica terceras personas, sin garantía alguna de que sus conductas no contravinieran el carácter sagrado del templo, desconociendo si se han producido actuaciones incompatibles con el culto, la piedad o la religión, ya que no se ha permitido la más mínima vigilancia por parte de esta Comunidad. Es decir, de prescindir de la autorización eclesiástica para acceder a la Basílica, se pasó a prohibir a los benedictinos de esta Comunidad el acceso a su templo. Incluso, según aparece en las noticias, se impide que los miembros de la Abadía asistan al responso religioso en el acto de exhumación -sólo se autoriza al prior.
  5. En vista de lo anterior, esta Abadía, tras protestar por estas actuaciones ante el Tribunal Supremo y ante la Delegación de Gobierno, presentó la correspondiente denuncia ante el Juzgado competente.
  6. Queremos dejar constancia que la actuación de las Fuerzas de Seguridad y de los operarios ha sido y es totalmente incompatible con el principio de inviolabilidad de los lugares de culto y los derechos de esta Comunidad benedictina, lo que hemos puesto, igualmente, en conocimiento de la jerarquía eclesiástica.

23 de octubre de 2019

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Autor

Antonio Cabrera

Colaborador y columista en diversos medios de prensa, es autor de numerosos estudios cuantitativos para la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) y la Secretaría de Estado de la Defensa (SEDEF) en el marco del Comercio Exterior de Material de Defensa y Tecnologías de Doble Uso y de las Relaciones Bilaterales con EE.UU., así como con diferentes paises iberoamericanos y europeos elaborando informes de índole estratégica, científico-técnica, económica, demográfica y social.

Antonio Cabrera

Colaborador y columista en diversos medios de prensa, es autor de numerosos estudios cuantitativos para la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) y la Secretaría de Estado de la Defensa (SEDEF) en el marco del Comercio Exterior de Material de Defensa y Tecnologías de Doble Uso y de las Relaciones Bilaterales con EE.UU., así como con diferentes paises iberoamericanos y europeos elaborando informes de índole estratégica, científico-técnica, económica, demográfica y social.

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