Israel de la Rosa

Israel de la Rosa nació en Elda, Alicante. Es novelista y dramaturgo. Colabora habitualmente en prensa publicando artículos de opinión. Fue guionista de televisión en 1999. Ha escrito veintiocho guiones de largometraje hasta la fecha. Es también autor de más de doscientos relatos breves, que pueden hallarse en su web personal.

Fue seleccionado por su obra teatral Confusiones para representar a España en el Festival de Jóvenes Autores Teatrales "Interplay Europe '98" celebrado en Berlín en mayo de 1998. Ha estrenado en Madrid tres obras de teatro y seis piezas de microteatro. Una de estas piezas, Luna y dos, fue seleccionada en el Festival Talent Madrid 2014.

Su novela Diario de un xenófobo fue finalista en la 5.ª edición de los Premios de Arte Joven de la Comunidad de Madrid en diciembre de 2001.

En 2019, Ediciones Alféizar publicó su novela El hombre que buscaba nacer. La revista El Cultural reseñó este trabajo en mayo de 2020.

En 2024, de la mano de Olé Libros, vio la luz su novela Eduardo y el pan.

Israel de la Rosa: "La vida efímera"

Israel de la Rosa: «La vida efímera»

Israel de la Rosa: "La zanahoria"

Israel de la Rosa: «La zanahoria»

Israel de la Rosa: "El amor a la rutina"

Israel de la Rosa: «El amor a la rutina»

Israel de la Rosa: "La media fatiga"

Israel de la Rosa: «La media fatiga»

Israel de la Rosa: "Estragos de la inteligencia artificial"

Israel de la Rosa: «Estragos de la inteligencia artificial»

Como si la sociedad no tuviera bastantes problemas ya, como si no hubiese charcos que esquivar mientras se camina por este laberinto intrincado del día a día, apareció en escena la bendita inteligencia
Israel de la Rosa: "Soportar al prójimo"

Israel de la Rosa: «Soportar al prójimo»

Resulta mucho más sencillo trepar los muros de un castillo medieval que tolerar los pequeños defectos de una persona querida. Pequeños defectos ayer, hoy conscientes e insoportables maldades. Qué tienen
Israel de la Rosa: "El complejo"

Israel de la Rosa: «El complejo»

Un complejo puede ser altamente nocivo. Los complejos logran devastar el espíritu intachable y noble de una gran persona. Complejo y cobardía caminan silenciosamente de la mano, en perfecta armonía,
Israel de la Rosa: "La vuelta"

Israel de la Rosa: «La vuelta»

Hay una suerte de alegría generalizada en esas hordas que vuelven de vacaciones, ansiosas por regresar cuanto antes a la faena, a la brecha proletaria. ¿Hemos dicho ansiosas? Quisimos decir entusiasmadas.
Israel de la Rosa: "Cómo quieres ser mi amiga"

Israel de la Rosa: «Cómo quieres ser mi amiga»

Un mozo conoce a una moza y su corazón queda prendado, el corazón de él, y ella, que tiene otros planes, otras inclinaciones futuras, otros vuelos más altos en su imaginación, le ofrece amablemente
Israel de la Rosa: "El aislamiento"

Israel de la Rosa: «El aislamiento»

Cuando se transita la adolescencia, hay un ansia, hay un capricho y una pasión por la cuadrilla, por salir a la calle en feliz rebaño a pintarrajear los muros y a fumar colillas entre carcajadas y restos
Israel de la Rosa: "El otro verano"

Israel de la Rosa: «El otro verano»

Ese otro verano es el de los pobres, y por pobres entenderemos aspirantes a burgueses. Ese otro verano es el de las gentes sin suerte, el de los señalados por el amargo destino, el de los empeñados
Israel de la Rosa: "La huella de un alma"

Israel de la Rosa: «La huella de un alma»

Hay personas que, al abandonar este mundo, dejan tras de sí un vacío insoportable. El hueco que queda en la superficie de la vulgar rutina, la herida abierta, inmensa, practicada en el corazón de nuestra
Israel de la Rosa: "La parroquia"

Israel de la Rosa: «La parroquia»

Israel de la Rosa: "La insignificancia"

Israel de la Rosa: «La insignificancia»

Qué enormes y funestos problemas tiene el ser humano, qué colosales tribulaciones atormentan a las personas, qué espantosos contratiempos: ese arañazo nocturno y alevoso en la chapa del automóvil, trazado por la mano envidiosa y temblona del vecino; ese apartamento soñado en la playa, inalcanzable, ansiado con desordenada pasión, más allá de nuestras posibilidades, fantasía que se resiste
Israel de la Rosa: "Lo sintético"

Israel de la Rosa: «Lo sintético»

Tendemos hacia la impostura. Como revueltas y numerosas piezas de privilegiado ganado, tendemos orgullosos hacia un mundo artificial, hacia una vida artificial. Tendemos hacia la existencia vacía, hacia abrazos fríos, hacia gestos inflados de artificio. No contentos con el aislamiento, no satisfechos con la construcción de esas burbujas orgullosas en que huimos del contacto humano, ahora nos arrojamos