La Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en La Gomera es un oasis de paz
David Meca se confiesa un enamorado de Canarias, y en particular de La Gomera. No en vano, su club de natación primitivo está allí y sus primeros retos deportivos también. De hecho, su primera prueba fue de la Gomera a Tenerife, emulando el mito de Gara y Jonay. Por eso, se nota el entusiasmo cuando habla de La Gomera.
Meca es un amante de la vegetación y ser arquitecto paisajista contribuye notablemente a ello. Por eso, el Parque Natural de Garajonay es su primera parada obligatoria. «Es espectacular. Un parque milenario que se conserva casi en su estado original. Un espectáculo y un escenario casi de fábula. Uno de los pocos lugares en los que mora la laurisilva». A lo largo del Parque hay multitud de senderos, pequeños ríos, diminutos puentes de madera y una preciosa ermita. «Un sitio, inmenso, ideal para relejarse, en el que parece que te encuentras metido en la película de Parque Jurásico«, apostilla.
El Parque Nacional de Garojanay tiene un colorido único en el mundo.
FIRMA: Pasosypedales.blogspot.com (Con licencia CC BY-NC-ND 2.0).
Siguiendo con la naturaleza, Meca nos sugiere la ruta de senderismo de Meriga. «Es un paseo sencillo -no muy largo-, que puedes hacer en 40-45 minutos, en el que te adentras por bosques y vegetación autóctona y por el que bordeas una laguna espectacular. Y luego está también El Jardín del mirador de César Manrique, que ofrece unas vistas impresionantes al Valle del Rey«.
Vegetación, mucha, y animales también, claro. Porque en Los alrededores de La Gomera, a poca distancia de la costa, se pueden ver, durante todo el año, las ballenas piloto. «Verlas aquí me hizo enamorarme de ellas. Es un espectáculo ir a visitarlas en barquito. Yo he tenido la suerte de nadar con ellas y tengo fotografías de infarto. La calidad del agua es tan limpia, que las ballenas se ven tan cerca…, y si se tiene suerte también se avistan ballenas grises que están de paso».
Meca nadando entre ballenas. Sobran las palabras. FIRMA: Sergio Hanquet.
Si hay que destacar alguna edificación, Meca no lo duda: «La Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en La Gomera. Es un oasis de paz. Es una construcción, con esos colores tan representativos de la zona y de una belleza singular».
Pero en La Gomera no todo es naturaleza, fauna y ‘piedras’. La gastronomía ocupa un lugar muy señalado. «¿De gastronomía?», repregunta Meca, «cualquier cosa de la tierra y en cualquiera de las tascas de aquí, en las que no hay ni tres, ni dos ni una estrella Michelín, pero que es una comida de cercanía y buena, cuyos productos los han recogido directamente de la tierra. Y en cuanto a platos, eso sí, no puedes irte de La Gomera sin haber probado sí o sí las papas arrugás con el mojo picón. También destaca el queso de cabra, y los plátanos, de los que he sido imagen durante una década. Es muy bonito, también, ir a la exportadora de plátanos de La Gomera y poder comerte un plátano cogido directamente de las plantaciones. Su sabor es especial. Debiéramos consumir más producto español. Es una maravilla».
Aspecto de la Playa de la Caleta.
Entre las playas, Meca destaca la de La Caleta, al norte de la Isla. «Es como encontrarse la paz en el mar. Es un lugar que te ayuda a desconectar y a la tranquilidad». Y de localidades, nuestro protagonista señala San Sebastián de la Gomera, Roque Blanco con su mirador, La Laguna Grande y Alajeró.