Son públicas las malas relaciones existentes entre el jefe de los socialistas en Ciudad Real, el citado Nemesio de Lara, y el secretario general de los socialistas manchegos, José Mª Barreda
El secretario general del PSOE de Ciudad Real y presidente de la Diputación provincial, Nemesio de Lara, ha arremetido dura y públicamente contra Mª Luz Rodríguez, la consejera de Empleo del gobierno de José Mª Barreda, tras haber planteado ésta la eliminación de las Diputaciones provinciales.
Rodríguez no se cortó un pelo y, en una entrevista realizada en Europa Press, se mostró partidaria de repensar la existencia de las Diputaciones provinciales.
Las reacciones no se han hecho esperar. Son públicas las malas relaciones existentes entre el jefe de los socialistas en Ciudad Real, el citado Nemesio de Lara, y el secretario general de los socialistas manchegos, José Mª Barreda. Así, Nemesio de Lara ha aprovechado las declaraciones de una de las consejeras mimadas de Barreda para arremeter públicamente contra semejantes planteamientos.
Los demás presidentes de Diputaciones provinciales -también del PSOE- han mantenido sus opiniones aún fuera del debate público, pero a las pocas horas de conocerse las declaraciones de Rodríguez y a través del periódico de la Diputación, el diario Lanza, ha decidido afear la conducta del gabinete Barreda, reivindicando el papel que juegan estas instituciones intermedias entre los gobiernos autonómicos y los ayuntamientos, asegurando que sólo si desaparecieran los pueblos, «si todos sus habitantes se marcharan a las ciudades de la noche a la mañana, cosa que no va a suceder ni deseo, sólo entonces sobrarían las diputaciones».
En consecuencia, para De Lara no hay nada que «repensar» respecto a las Diputaciones, ni en frío ni en caliente. Ha aprovechado, igualmente, la ocasión para «pegar un palo» a la colaboración con el gobierno de su compañero socialista Barreda, y no dudó en afirmar que «lo que sí es el momento de repensar es «el papel de las diputaciones para que dejen de gestionar competencias que les son impropias y, en cambio, fortalezcan su labor como auxilio técnico, jurídico y económico a los municipios, especialmente a los más pequeños».
Y por si quedara alguna duda, De Lara afirma categóricamente que «siempre, absolutamente siempre, serán necesarias, especialmente en un país como España, con un extenso territorio dividido en minifundios, y en el que para los pequeños pueblos sería imposible desarrollar muchos proyectos sin el apoyo técnico, jurídico y económico de la Diputación».
