Una vez que debe haber reflexionado más sobre la problemática de la Semana Santa, Barreda se ha 'sacado de la manga' la excusa de los sindicatos. Sin pelos en la legua, el socialista ha hablado del escándalo como si de algo ajeno a él se tratara
Ya le ha dado tiempo a meditar y a inventarse una nueva excusa con la que justificar la desaparición de la Semana Santa. El socialista Barreda ha afirmado ante las cámaras de televisión que el escándalo suscitado a raíz del problemático «descanso entre el segundo y el tercer trimestre» fue cosa de los sindicatos.
Según el candidato socialista a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, «hubo un problema porque algunos sindicatos querían que las vacaciones de Semana Santa no coincidieran con la Semana Santa sino que fueran después, en la Semana de Gloria. Porque les resulta más cómodo, o más apetecible, o más deseable».
El socialista ha sido entrevistado por la periodista Susanna Griso en ‘Espejo Público’ (Antena 3). Barreda ha añadido que «por lo que quiera que sea, esos sindicatos prefieren que las vacaciones de Semana Santa fueran después. Y por eso hubo una confusión en la terminología».
¿Tendrá remordimientos de conciencia? Cuesta creer que, de repente, sean los sindicatos los responsables de la desaparición de la Semana Santa escolar cuando todo el mundo sabe que fue él quien lo aprobó.
Después de que hace unos días todo el mundo se enterara por la prensa de que Barreda había quitado la denominación de las «vacaciones de Semana Santa» en el calendario escolar, el socialista se intentó excusar remitiendo el problema a la consejera de Educación, M. Ángeles García, que nada tiene que ver en este asunto porque cuando llegó a su cargo ya se había implantado el «descanso entre el segundo y el tercer trimestre».
Es ahora -varios días más tarde- cuando el presidente también ha querido relacionar a los sindicatos en este asunto. En realidad, lo que ha hecho Barreda es cubrirse sus espaldas y las su amigo y ex consejero de Educación, Pepe Valverde, quien le aplaudió cuando aprobó dicha ley en 2006.
El motivo de este respaldo a Valverde está claro: es el candidato a la Alcaldía de Ciudad Real, donde ‘casualmente’ la Asociación de Cofradías de Semana Santa puso la voz en grito para criticar el «descanso entre el segundo y el tercer trimestre» y exigir su anterior denominación.
Barreda le ha hecho un tremendo favor a su colega. Le ha desvinculado de este escándalo para no complicar más su ‘calvario’ hacia el Ayuntamiento de la ciudad manchega.
Ahora Barreda se ha ‘sacado de la manga’ la excusa de los sindicatos. Sin pelos en la legua, el socialista ha hablado del escándalo como si de algo ajeno a él se tratara:
«Me he enterado de que había polémica y he planteado a la Consejería de educación que llamen a las cosa por su nombre, porque todo el mundo se sigue refiriendo a ese periodo vacacional como las vacaciones de Semana Santa».
Se desconoce si se ha enterado por la calle, por los medios o por la vergüenza que pasó cuando el mismo día que saltó la polémica se hizo una foto con el presidente de la Asociación de Cofradías de Ciudad Real, Emilio Martín.
Barreda, el discípulo de ZP
Siguiendo la línea política marcada por Zapatero desde que llegó a La Moncloa, Barreda ha hecho un claro seguidismo de las directrices políticas de su jefe.
El nuevo escándalo protagonizado en Castilla-La Mancha deja patente que Barreda y Zapatero han ido siempre por la misma línea. Tanto es así, que ambos van a coincidir en un mitin en Albacete que servirá como aperitivo de la campaña electoral.
De no ser por el revuelo mediático, Barreda no se hubiera posicionado en contra de la desaparición de la Semana Santa escolar, ya que si tan mal le parecía, ha tenido muchos años para eliminarlo. A esto se le llama tener una actitud un tanto hipócrita.
