Pero Bono no ha podido evitar de ningún trabajador de la sede de soberanía popular, sea funcionario o no, es el derecho al pataleo al grito de no bwana
Los socialistas de Castilla-La Mancha vuelven a hacer con los ujieres del Congreso de los Diputados lo que quieren. Al señorito Bono se le ocurrió recientemente montar una comida con sus paisanos de Salobre (Albacete) un domingo en el parlamento nacional que él preside actualmente.
Ni un colega de su pueblo ni cinco. Bono tenía intención de invitar a una ‘mega comida’ a doscientos vecinos de Salobre. Y no un día normal, sino que tenía la intención de que el Congreso se abriera en exclusiva para él y sus comensales un domingo.
Para ello, el padre político de José María Barreda tenía que movilizar a ujieres, seguridad y demás personal. Elsemanaldigital.com afirma que «evidentemente, el presidente del Congreso tensó demasiado la cuerda y la ocurrencia levantó en armas a sus trabajadores, sindicatos de por medio».
No obstante, la tercera autoridad del Estado ya había impuesto anteriormente «el deber de confidencialidad a los camareros de la contrata con el Grupo Arturo de las cafeterías y restaurantes de los edificios parlamentarios» en el Congreso para evitar que le dieran problemas como los de ahora. Bono también hizo algo similar en las Cortes de Castilla-La Mancha cuando presidió la región.
Pero Bono no ha podido evitar de ningún trabajador de la sede de soberanía popular, sea funcionario o no, es el derecho al pataleo al grito de no bwana.
El ‘jefe’ de la Cámara Baja no es el único socialista castellano-manchego que se pasea por el Congreso con aires de grandeza. La esposa del presidente Barreda, Clementina Díez de Baldeón, aprovechó su condición de diputada nacional para mandar a una ujier al WC con el encargo de que buscara su gabardina.
La socialista se había dejado la prenda en el baño, por lo que ‘optó’ por ordenar al personal del Congreso que la fuera a recoger, aunque no hubo mucho éxito.
¿Quiénes se han pensado que son los socialistas de Castilla-La Mancha? Las instituciones públicas no están para usarlas como ellos lo hacen. Cuesta entender que con la que está cayendo en la región, Bono y la mujer de Barreda se dediquen a usar el Congreso como si fuera un cortijo suyo, donde hacen y deshacen a su gusto y queriendo hacer trabajar al personal cuando no corresponde.
Si se comportan así en las propias instituciones en las que trabajan, qué harán en Castilla-La Mancha. De momento, los ujieres y el resto de personal de su entorno les tienen ya muy bien calados.