Es un referente ético y moral de un espíritu perdurable
La del Quijote es la figura que más lejos ha llevado la imagen de Castilla-La Mancha. Es su personaje más significativo, que por extensión viene a ser también imagen y símbolo de España. Posiblemente no hay lugar en el mundo donde no se conozcan las aventuras y desventuras del hidalgo Caballero Alonso Quijano el Bueno. El héroe, o mejor anti héroe, creado por Miguel de Cervantes es símbolo de un carácter y manera de ser, una figura romántica que impregna toda Castilla-La Mancha. Un personaje casi real, o real, porque los siglos, ya más de cuatro, le han sobrevivido mucho más allá de otros personajes históricos que realmente existieron.
Don Quijote de la Mancha, y su inseparable y fiel escudero Sancho Panza, aparecen en cualquier rincón de Castilla-La Mancha como referente ético y moral de un espíritu perpetuo. Los molinos de viento, con sus enormes aspas, que confundieron al bueno de Don Quijote creyendo que eran enormes y amenazantes dragones y gigantes, recortan los horizontes de Castilla-La Mancha a lo largo de kilómetros y kilómetros. Periodista Digital muestra los castillos, villas, llanuras, cerros, ventas y torreones que inspiraron a Cervantes para situar en un decorado real a un ser mágico y encantador, inocente y soñador. El carácter propiamente español, expresado en esa dualidad soñadora, de El Quijote, y realista y pegada a la tierra de Sancho Panza.
Nos vamos a conocer la casa real de Dulcinea de El Toboso, la localidad castellano-manchega hasta la que se desplaza PD para recorrer la acaso más célebre villa de cuantas se describen a lo largo de los textos de Cervantes. De allí era su amada soñada, la mujer por la que el Quijote se enfrentaba a todas sus desventuras. Si bien el Quijote no existió como tal, o sí, Dulcinea está inspirada en una hermosa mujer que sí existió realmente. Era doña Ana, hermana de don Esteban Martínez Zarco de Morales, familia ilustre de El Toboso cuya casa se ha remodelado sobre la original en esta noble villa. Vemos al detalle el edificio, que mantiene parte de su estructura original del siglo XXVI, y conserva las características de una casa hidalga manchega.
En los años 2004 y 2005, El Toboso acogió masivamente curiosos y viajeros venidos de todo el mundo merced a la campaña institucional española a cuenta del cuarto centenario de la edición de la primera parte de El Quijote. Dentro de nada, en el curso 2014/2015, se conmemorará el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de tan singular obra maestra de la literatura universal.
También recorremos el Museo Cervantino de la mano de la profesora y licenciada en turismo María Antonia Martínez, donde se conservan las ediciones más curiosas del El Quijote. En árabe, en japonés, en ruso, escrito a mano, en miniatura, a lo grande. Un anecdotario a veces divertido, otras, impensable o nunca imaginado. Y se muestran ediciones firmadas y dedicadas por personajes históricos de la política, la literatura, el cine. Desde los ejemplares únicos firmados por el Rey de España, Nelson Mandela, Lech Valessa, Alec Guiness, Ronald Reagan,… o por los diversos presidentes del gobierno español de la democracia como Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodriguez Zapatero.
Las imagen del Quijote, admirada en todas las partes del mundo, expone como pocos todo el enorme potencial turístico de una comunidad autónoma tan rica y variopinta como la de Castilla-La Mancha.
Reportaje de Fernando Íñiguez, Ignacio Ortiz y Helena Villar.
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