La riqueza de la gastronomía manchega es tan variada como su propia geografía. De la basada en la caza de sus montes, a la que parte de los productos del llano, podemos encontrar las célebres gachas, las migas del pastor, el gazpacho manchego, el pisto y también el morteruelo conquense, el ajoarriero o los estofados y escabeches de venado y perdiz.
La cocina de toda la región puede presumir de un gran número de platos exclusivos que le dan una personalidad propia. Periodista Digital ha viajado hasta el restaurante Mesón Casas Colgadas, ubicado en el casco antiguo de Cuenca, justo al lado del Museo de Arte Abstaracto que también posee fama internacional.
Fundado por el fallecido Pedro Torres, premio nacional de gastronomía, el Casas Colgadas se asoma de manera espectacular a la hoz del Huecar.
Desde sus balcones, las vistas son espectaculares. Es un edificio del siglo XIV, decorado como restaurante por el fundador de museo vecino, D. Gustavo Torner. Ahora lo regenta la hija de Pedro, Mercedes Torrres, y ofrece una puesta al día de la cocina tradicional de Castilla-La Mancha, con platos de propia creación abierta a todo tipo de influencias internacionales.
Cuenta con numerosos premios, y fue designado en 2002 el Mejor Restaurante de Castilla-La Mancha. Su plato estrella es el de las berenjenas rellenas de cangrejo de río que vemos realizar en directo gracias a su cocinera, la peruana afincada en Cuenca, Diana, que nos muestra en este capítulo otros secretos del lugar.
Una buena comida castellano manchega, regada con la excelente calidad de los vinos de la región que ya hemos visto en un capítulo anterior, es de ley que finalice, entre otras cosas, con una buena selección de quesos manchegos.