La Vanguardia tiene previsto perder 2,5 millones de euros este 2011, que sumados a los 7,1 millones de 2008, los 4,1 de 2009 y los 1,2 millones de 2010 dan un total de 14,9 millones de euros
El diario de la burguesía catalanista ha perdido casi 15 millones de euros en los últimos cuatro años. La Vanguardia tiene previsto perder 2,5 millones de euros este 2011, que sumados a los 7,1 millones de 2008, los 4,1 de 2009 y los 1,2 millones de 2010 dan un total de 14,9 millones de euros.
Según los datos que maneja el comité de empresa del diario del Grupo Godó, estas pérdidas incluyen los 3 millones de euros gastados en 2010 solo en indemnizaciones por despidos y otros 3 millones gastados en la promoción de la edición de La Vanguardia en catalán. Edición que es una traducción de la versión en español (salvo las opiniones, donde los columnistas pueden escoger el idioma) y recibe ayuda económica de la Generalidad para su elaboración.
Las causas de estas pérdidas son, como en muchos medios, la caída del número de ejemplares vendidos (pese a contar con la ayuda de la Generalidad que distribuye, por lo que compra al Grupo Godó, gran número de ejemplares entre los edificios públicos de Cataluña) y, otra causa, la presencia de internet, cada vez más influyente en Cataluña.
GASTOS EN DESPLAZAMIENTOS Y DIETAS
La difusión de La Vanguardia el pasado mes de junio de 2011 fue de 191.000 ejemplares, un 3,4% menos de los datos registrados un año antes, en 2010. Estas cifras, sin embargo, están por encima en Cataluña de las que pueden presentar El País, Abc, El Mundo, El Periódico, La Razón o La Voz de Galicia.
Estas cifras de pérdidas han obligado a los responsables de La Vanguardia a tomar medidas de ahorro, según recoge e-notícies. El pasado mes de agosto, por ejemplo, la dirección comunicó a sus trabajadores la intención de reducir en un 10% los gastos corrientes de la Redacción que rondan los 7,5 millones de euros anuales. Por ejemplo, las partidas de viajes y desplazamientos, como las dietas (1,5 millones de euros anuales) y colaboradores externos no estructurales (4 millones de euros al año).