Si Juliana es el próximo director de La Vanguardia no lo será contra el Gobierno que salga de las urnas tras el 20N. O, dicho de otra manera, el diario del Grupo Godó no situará al frente de su buque insignia a alguien que pueda molestar al Gobierno del PP, como tampoco molestó a los anteriores gobiernos de Aznar y González. Todo indica que José Antich tiene los días contados al frente de La Vanguardia, tal y como ya ha publicado Periodista Digital —La Vanguardia piensa en Juliana como director para cargar a muerte contra el PP y España–, pero nadie sabe quién será su sucesor.
Sin embargo, en el programa de esRadio de este miércoles 12 de octubre de 2011, Tomás Cuesta recordaba cómo se eligen los directores del diario de Godó dando a entender que no importaba tanto el nombre ni los aspirantes:
Hay una ley no escrita que dice que los directores de La Vanguardia responden a los cambios cíclicos de la política española, y siempre se nombran en Madrid, siempre. El primero fue nombrado por los socialistas, y lo nombraron en la Moncloa; al segundo lo nombró, a instancias de [Josep] Piqué… la Moncloa, [José] Antich; y, ahora, como va a cambiar otra vez el asunto, ya empieza la gente a…
A hacer sus cábalas. Juliana -del que Federico Jiménez Losantos asegura que «a duras penas consigue empezar una frase» que se le entienda- pugna con el otro director adjunto del diario, Álex Rodríguez, y con Rafael Nadal, ex director de El Periódico y ahora columnista en La Vanguardia. No importan los nombres, si hacemos caso de las palabras de Cuesta. Al sucesor de Antich también lo decidirán las urnas el próximo 20 de noviembre. Es decir, el equipo de Rajoy ya debe estar barajando nombres.