El Parlament decidió este martes 13 de diciembre de 2011 que los diputados autonómicos podrían injuriar e insultar sin más advertencia que la de la presidenta de la Cámara autonómica. Así, el «España nos roba» que utilizan los políticos independentistas tendrá cabida legal. —Rivera (C’s): «Solo deseo que el Ku Klux Klan no monte un partido en Cataluña»–.
La polémica decisión, pues previamente se prohibieron las injurias –El Parlamento catalán reprende a SI por el uso reiterado de la expresión ‘España nos roba’–, ha servido para que Pilar Rahola haya criticado a Núria de Gispert (CiU), presidenta del Parlament, y defendido la posición que defiende Solidaritat Catalana y ERC en este asunto. No en vano, Rahola fue diputada de ERC en el Congreso.
EN EL CÓDIGO PENAL
Para la ex política, en un artículo publicado en La Vanguardia —La señorita De Gispert–, a la número uno del Parlament le «ha salido un ramalazo de señorita castigadora» y considera que su decisión inicial «era un disparate que no podía mantenerse porque convertía al Parlament en una escuela».
«Ya serán los ciudadanos los que valoraran si las maneras abruptas o desagradables son propias de un Parlamento, pero su presidenta no puede convertirse en martillo de ninguna herejía. Y mucho menos cuando ni tan sólo se trata de un insulto ad hóminem, sino de una proclama política».
Porque para Rahola, como para el más mediático de los diputados autonómicos de Solidaritat, Alfons López Tena —López Tena: «Cataluña está siendo robada y saqueada por España»–, defender que «España nos roba», o que «España roba a Cataluña», no es más que «una proclama política»; aunque el robo este tipificado en el Código Penal.
«¿Cómo pudo pensar la presidenta [De Gispert] que podía censurar una expresión política, por cierto muy transversal -incluso en su partido- y que responde a una legítima manera de ver el conflicto entre Cataluña y España?», pregunta Rahola a «la señorita De Gispert».
DEFENDER EL «ESPAÑA NO ROBA»
Así, Rahola defiende que «el único límite de un Parlamento es y debe ser la ley. Es decir, no se puede calumniar ni injuriar a nadie, porque eso es delito, y la libertad de expresión no ampara el delito». Justo lo que aparece en el Código Penal —Delitos contra el patrimonio y contra el orden socioeconómico–.
Por lo que el texto de la filóloga, habitual en La Noria (Telecinco) y 8 al dia (8TV), y su defensa de la libertad de expresión de los políticos en las cámaras parlamentarias, no parece más que un pretexto para acabar con una defensa del contenido injurioso:
«En fin, que nada, que ya nos dan permiso en el Parlament para decir lo que resulta evidente».