Fuerte caída del Partido Socialista (PSC) en las elecciones autonómicas del 25 de noviembre de 2012
El desafío lanzado por el presidente de la Generalitat al convocar precipitadamente a las urnas y reclamar a los ciudadanos una amplia mayoría con la que impulsar la secesión de Cataluña, parece no justificarse ni siquiera desde una óptica electoralista.
Las primeras encuestas de intención de voto, hechas tras el tsunami político impulsado por Artur Mas, vaticinan que CiU ganará los comicios autonómicos pero puede quedarse lejos de su ansiada mayoría absoluta.
El volantazo independentista no se traducirá en una victoria histórica, como parecen dar por supuesto Mas y los suyos.
Con correcciones, entre las que el desplome socialista es un factor, el mapa político catalán posterior al 25-N puede que se parezca mucho al actual.
Sólo La Vanguardia, el diario oficioso de la Generalitat en esta etapa, situa a CiU al borde de la mayoría absoluta, en una visión bastante optimista.
Un claro indicio de que esta realidad no le es totalmente ajena es que Artur Mas recula y ya ha anunciado que sólo convocará el referéndum si logra una victoria ‘amplia‘.
No ha detallado que entiende por ‘amplia‘, pero es evidente que el presidente de la Generalitat condiciona su órdago independentista al resultado de las elecciones autonómicas.
PRIMERA MIRADA A LOS SONDEOS
La primera mirada de sondeos y encuestas ante la decisión de Artur Mas de convocar elecciones anticipadas en Cataluña coinciden en señalar que en ningún caso CiU arrasaría.
Unicamente en la encuesta de La Vanguardia, el president Mas se acerca a la mayoría absoluta.
Para La Razón, que pertenece al grupo Planeta cuyo propietario ha dicho que si Cataluña opta por la independencia se llevará el negocio a Zaragoza, CiU pierde entre 3 y 4 escaños que ganaría ERC.
En el sondeo de La Razón, hecho por NC Report, casi el 60% no es partidario de plantear un referéndum y sólo el 20,8% se siente catalán y no español.
Para El Mundo, del grupo Unidad Editorial, el diario que dirige Pedrojota Ramírez, en la encuesta de Sigma Dos, CiU sólo mejoraría en los comicios 7 décimas que se reflejarían entre 2 y 3 escaños. Fuerte caída del PSC en esta encuesta y avances de ERC, PP e Iniciativa.
El Mundo, que vaticina en su editorial que Artur Mas se ha tirado a una piscina con muy poca agua, analiza el papel de una Cataluña independiente en Europa subrayando que la independecia es una ruina y que sería un Estado en quiebra.
De entrada, los gastos que conllevaría tener que sufragarse una estructura de Estado obligarían a la generalitat a multiplicar por cuatro su ya desorbitada deuda. Pasaría de 42.000 millones a 150.000 millones.
Se quedaría fuera del euro y tendría que crear una nueva moneda que sufriría una devaluación del 40%. Las cotizaciones sociales no alcanzarían para pagar el paro y las pensiones.
La banca, con el 70% de su negocio en España tendría que dejar Cataluña o quebrar. A su vez las pymes perderían el 60% de sus ventas.
El diario del conde de Godó, que dirige José Antich, y que cuando mandaba el Generalisimo Franco era más españolista que nadie, subraya que los socialistas catalanes registrarán una nueva caída hundiéndose hasta magnitudes inéditas.
Su sondeo vaticina que CiU, la federación nacionalista, obtendría 66 o 67 escaños .
Casi todos los partidos que apoyaron la manifestación de la Diada suben en votos, según la encuesta de Feedback para La Vanguardia.
CiU es la formación que más rentabiliza electoralmente la aceleración soberanista. En un contexto de crisis y recortes, mejora en casi cinco puntos su apoyo electoral y se situaría a un paso de la mayoría absoluta.
Si las elecciones se celebraran ahora, CiU obtendría 66 ó 67 escaños (ahora tiene 62). También ERC subiría de 10 a 13 e ICV pasaría de 10 a 12.
De los partidos que acudieron a la manifestación, sólo SI baja un escaño (de 4 a 3). En el otro lado de la balanza se sitúan el PSC y el PP.
El PSC registraría una nueva caída y se hundiría hasta magnitudes inéditas (cederían siete escaños, de los 28 a los 21), mientras que el PP perdería entre dos y tres diputados (de los 18 a 14-16).
Fuera del bloque soberanista, el único partido que mantiene sus apoyos es Ciutadans, que incluso podría sumar un par de escaños más.
Esta encuesta refleja un masivo apoyo a la convocatoria de un referendum sobre el futuro de Cataluña: el 83,9% lo apoya y sólo el 14,9% lo rechaza.
En cuanto a si votarían a favor de la independencia, el 54,8% dice que sí, el 33,5%, no y un 10,16%, no lo sabe.
Vistas asi las cosas y hechas las cuentas, sólo queda concluir que Artur Mas ha ejercido un derecho legítimo al adelantar la elecciones, pero que su gesto es de una irresponsabilidad pueril.
Contribuye a desestabilizar los mercados y agrava la crisis general, sin que aparezcan por lado alguno los beneficios.
En otras palabras: se ha tirado a una pisicna escasa de agua y los catalanes harían muy bien en pasarle factura el próximo 25-N.