(PD/Agencias).- Es conocido que el cerebro de un niño tiene una capacidad notable para el cambio, pero existe una controversia sobre el grado de plasticidad existente en la corteza sensorial primaria de un cerebro humano adulto.
Ahora, neurólogos del MIT y de la Universidad Johns Hopkins han conseguido demostrar que la corteza visual de un adulto se reorganiza y que el cambio afecta la percepción visual. El estudio ha sido publicado en la revista Journal of Neuroscience.