La fusión del hombre y la computadora

(María Elena Navas/BBC Mundo).- En el año 2020, los humanos dependeremos tanto de las computadoras que los términos «interfase» y «usuario» serán obsoletos.

Ésta es una de las predicciones que publican varios académicos en un informe sobre los principales cambios en el campo de la llamada Interacción Humano-computador (IHC).

El informe -de 45 académicos en los campos de computación, ciencia, sociología y psicología- se titula «Siendo humano: la interacción humano-computador en el año 2020».

Y en éste se establecen las posibles implicaciones del futuro digital y la forma como nuestra sociedad deberá adaptarse a los cambios tecnológicos que nos esperan en el futuro.

Uno de estos cambios será la forma en la que desaparecerán gradualmente los límites entre los seres humanos y los ordenadores y se fusionarán en uno los sistemas informáticos y la persona.

«Como los dispositivos y los sistemas informáticos son cada vez más pequeños llegará el día en que podremos llevarlos en el vestido» dijo a BBC Ciencia el profesor Néstor Garay, experto en IHC de la Facultad de Informática de la Universidad del País Vasco.

«Y si los podemos vestir, los tendremos como parte nuestra» agrega.

«O incluso se ha planteado la posibilidad de que podamos implantarlos en el cerebro».

Gafas y relojes

Para el año 2020, afirman los expertos, el teclado, el ratón y el monitor serán reemplazados por formas más intuitivas de interacción y presentación.

Éstas incluyen las computadoras de tableta, los sistemas de reconocimiento de voz y las superficies operadas con huellas digitales.

«Seguramente de aquí a 12 años los sistemas como los conocemos seguirán existiendo pero creo que habrá otras formas de comunicarnos con los ordenadores» afirma Néstor Garay.

Serán -dice- formas de comunicación más parecidas a la manera como nos comunicamos hoy entre las personas.

«Porque estamos acostumbrados a trabajar sentados delante de la pantalla y en el futuro no tiene por qué ser así».

«Por ejemplo, creo que nos llegará a todos un reloj como el de James Bond con el cual podremos comunicarnos con cualquier persona o sistema informático en cualquier parte del mundo», agrega el experto.

O quizás podremos llevar ese sistema en los pendientes o los lentes.

Es probable que todavía falte mucho más tiempo para lograr la implantación de los sistemas informáticos en nuestro cerebro, porque todavía no está claro el posible daño que pudieran causar.

«Pero ya ahora hay estudios que plantean el uso de interfases cerebrales para posibilitar el movimiento de gente discapacitada» afirma el profesor Garay.

Los seres humanos -predicen los académicos- dependeremos cada vez de las máquinas en nuestra vida diaria, interrogándolas para tomar decisiones y que éstas anticipen lo que deseamos de ellas.

Según Néstor Garay, «podremos consultar con el sistema, por ejemplo, cuando tenemos que viajar a algún sitio preguntarle qué ropa llevo y ésta se comunicará con el sitio y te recomendará lo que puedes llevar».

Estos avances ocurrirán en todo tipo de tecnologías por lo que nuestra «huella digital» -el compartir cada vez más aspectos de nuestra vida con fotografía digital, podcasts, blogs y video- será cada vez más grande.

Lo cual hará aún más relevante la pregunta de cuánta información personal debemos almacenar o compartir.

«Tecnodependencia»

El informe «Siendo humano» pone en duda a la llamada «era de hiperconectividad» y predice que los cambios en la tecnología conducirán a un incremento en la «tecnodependencia» del ser humano.

Y esta relación cada vez más íntima entre humanos y computadoras será «una espada de doble filo».

Recordemos la introducción de la calculadora, un evento que se vio como la causa de la reducción en los estándares de la aritmética mental en la gente.

Esto, dice el informe, también podría suceder cuando las computadoras se vuelvan más inteligentes y adquieran más «responsabilidades» humanas.

Y sin una consideración adecuada, es posible que, tanto individual como colectivamente, perdamos el control del mundo que nos rodea, advierte el informe.

Una de las principales consecuencias de esta fusión humano-computadora será la brecha informática aún más grande que se creará entre ricos y pobres.

«Sin duda estos cambios tienen su peligro -afirma Néstor Garay- porque estamos pensando en la informática desde el Primer Mundo».

«Pero las necesidades del Tercer Mundo siguen siendo sobrevivir, alimentarse, y cuidar la salud».

«Es un asunto complicado y puede darse el riesgo de que estos avances acentúen más las divisiones entre el Primer Mundo y los demás», afirma el experto.

El documento será presentado la próxima semana en Florencia, Italia, durante la conferencia anual de Interacción Humano-Computador patrocinada por la división de investigación de Microsoft.

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