600 millones de dólares para los científicos más creativos

(PD).- Uno de los principales centros privados de investigación de EEUU, el Instituto Médico Howard Hughes, ha anunciado un ambicioso plan para financiar con 600 millones de dólares los estudios de 56 científicos que desarrollan su trabajo en varios ámbitos de la biomedicina.

Esta cantidad representa una de las mayores aportaciones privada de este tipo de los últimos años, aunque la principal fuente de financiación científica sigue siendo pública: los Institutos estadounidenses de Salud (NHI, según sus siglas en inglés) otorgan cada año becas por valor de 28.000 millones de dólares.

La decisión del Howard Hughes se produce en un momento en el que siguen escuchándose voces críticas contra la administración estadounidense por recortar los fondos federales dedicados a investigación. Precisamente el próximo 3 de junio la Academia Americana de las Artes y las Ciencias hará público un informe en el que solicita más inversión en estudios innovadores y «de alto riesgo».

Desde 2003, el presupuesto que el congreso de EEUU dedica al NIH permanece estancado, mientras que el coste de la ciencia no ha dejado de crecer desde entonces, con los consiguientes ‘aprietos’ de los investigadores.

Precisamente, esta institución filantrópica ha primado estos criterios a la hora de elegir a sus candidatos entre los más de 1.000 candidatos que han solicitado las becas.

Además, en lugar de seleccionar proyectos concretos como suele ser habitual en estos procesos, el instituto apuesta por nombres propios: «Nosotros identificamos a los mejores y después les damos libertad para que hagan lo que quieran y sigan investigando con flexibilidad, siguiendo su instinto en cada campo», ha asegurado su presidente, Thomas Cech.

Los 42 hombres y 14 mujeres seleccionados proceden de 31 universidades y centros diferentes de EEUU, y dedican su investigación a ámbitos tan distintos como la influencia del cambio climático en la salud humana o cómo utilizar las técnicas de ingeniería empleadas en el diseño de aviones para reforzar el sistema inmunológico del ser humano.

Todos ellos seguirán trabajando en sus actuales centros de trabajo, aunque convertidos en investigadores del Instituto Howard Hughes, que cuenta ya con una plantilla de unas 300 personas. Entre ellos no hay ningún español.

La nueva iniciativa pretende así ayudar a financiar proyectos que otras fuentes de dinero pueden considerar demasiado arriesgadas o rompedoras, y que probablemente tardarán años en dar sus frutos.

«La medicina de hoy se beneficia de las pesquisas científicas que se hicieron hace décadas», añade Cech en declaraciones a ‘The Wall Street Journal‘, «nuestro objetivo [con estas becas] es poner los cimientos para los descubrimientos médicos que tendrán lugar dentro de 20, 30 ó 40 años».

La libertad es prácticamente total en términos de creatividad, dedicación o tiempo («incluso si hacen falta años»), tal y como reconoce una de las ‘elegidas’, la uruguaya Mercedes Pascual, que actualmente estudia en la Universidad de Michigan cómo afecta el calentamiento global a la expansión de enfermedades como el cólera o la malaria.

El director de los Institutos de Salud, Elias Zerhouni, ha reconocido que la filantropía no puede reemplazar a la iniciativa pública. Pese a ello, se ha felicitado por estos 600 millones de dólares y por el modelo empleado por la institución con sede en Maryland para repartir el dinero. «La ciencia se mueve muy rápido», concluye.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído