(PD).- Hasta 150.000 ordenadores podrían estar conectados al mismo tiempo gracias al proyecto Ibercivis, con el que los científicos aprovecharán la potencia de cálculo de los ordenadores de los ciudadanos mientras no son utilizados, ya que normalmente se usa el 1 por mil de la capacidad total.
Con este proyecto de carácter nacional, que arrancó este viernes, y del que se esperan ya resultados después del verano, según sus responsables, los ciudadanos de a pie, desde los ordenadores personales en sus casas, cederán la capacidad de cálculo que decidan a la investigación.
Y ello, sin ningún tipo de riesgo para la seguridad de los ordenadores, y además con un coste mínimo, de entre 15 y 20 vatios, indicó el director del proyecto, Alfonso Tarancón.
La enorme capacidad de cálculo obtenida permitirá ‘ganar del orden de meses’ en el tiempo de ejecución de los trabajos, lo que favorecerá enormes avances en investigaciones punteras.
En principio, se investigará sobre la búsqueda de fármacos contra el cáncer, el desarrollo de nuevas fuentes de energía y el estudio de nuevos materiales, aunque está previsto ampliar los trabajos a otros ámbitos de investigación.
La iniciativa fue presentada hoy en rueda de prensa en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y al acto asistieron su presidente, Rafael Rodrigo, aparte del secretario de Estado de Investigación, Carlos Martínez, y el director general del CIEMAT, Juan Antonio Rubio, junto con responsables de los ayuntamientos de Zaragoza y Madrid, y expertos científicos.
En el proyecto colaboran instituciones como el Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos de la Universidad de Zaragoza (BIFI), el CIEMAT, el CETA-CIEMAT, el CSIC, el Instituto ITACA, de la Universidad Politécnica de Valencia, y RedIris; entre los primeros grupos que aprovecharán la capacidad de Ibercivis están el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y el Departamento de Física Teórica I de la Universidad Complutense de Madrid.
Según el director del proyecto, lo ciudadanos que participen en el mismo se verán ‘recompensados’, porque aparte de la satisfacción personal de contribuir con la ciencia, podrán ser atendidos por los científicos, quienes les informarán sobre sus trabajos e investigaciones, mediantes foros, blogs y otros.
Para el secretario de Estado de Investigación, la ciencia ‘ya no se puede dejar únicamente en manos de los científicos, porque los ciudadanos también somos parte implicada’, como se desprende del calado social de temas como el medioambiente o el cambio climático.
El presidente del CSIC insistió en ‘el cálculo intensivo’ que permitirá este proyecto, sirviéndose de la tecnología de la comunicación y los ciudadanos de a pie.
Todo aquel ciudadano que lo desee, desde hoy mismo podrá poner a disposición de la investigación el potencial de su ordenador personal, sólo con entrar en la página web www.ibercivis.es y seguir las instrucciones de registro que aparecen, explicó el director del proyecto.
A partir de ese momento, cada vez que el ciudadano encienda el ordenador le será enviado por la red un trabajo que será ejecutado con su ordenador, y cuando éste concluya será remitido de nuevo a la plataforma de Ibercivis, en donde será analizado por los investigadores; el proceso se repetirá siempre y cuando el ordenador esté encendido, y de acuerdo al tiempo que el ciudadano haya acordado dedicar al proyecto.
Ibervicis dispone de tres centros de operaciones, uno en Valencia, desde donde los investigadores envían sus programas para que sean adaptados a la arquitectura informática utilizada, BOINC; desde Zaragoza, se envían los respectivos trabajos a los ciudadanos y desde sus ordenadores personales los resultados son remitidos al CIEMAT, en Madrid.
‘Esperamos que en septiembre o en octubre ya haya publicaciones con los resultados obtenidos de los ordenadores de los ciudadanos’, añadió el director de Ibercivis.
