(PD).- Los progresos en los métodos de identificación permiten actualmente «saber el color de los ojos y del pelo o el origen geográfico de un individuo» a partir de una huella dactilar, como ha explicado hoy el profesor Ángel Carracedo, experto en medicina forense.
Carracedo, catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y especialista en genética forense, ha indicado que los «nuevos métodos de identificación» permiten obtener «cada vez más características físicas».
El equipo de Carracedo recibió el encargo de las autoridades judiciales de Colombia de efectuar un análisis genético que determinó que las muestras de un niño acogido en un orfanato de Bogotá, Enmanuel, permitían concluir que era hijo de Clara Rojas, secuestrada junto a Ingrid Betancourt por las FARC en la selva de Colombia y liberada hace un año.
Inauguración del Idis en Santiago
El experto forense ha reconocido haber recibido peticiones parecidas procedentes de Reino Unido y Suecia para resolver «casos muy importantes», pero ha evitado dar detalles al señalar que «la mayoría de casos están ‘sub iudice'».
Carracedo ha hecho estas declaraciones en la inauguración del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (Idis). El tema forense «suele ser muy mediático, pero hay otras líneas que tienen igual impacto científico», ha afirmado el experto en temas de genética durante su intervención, en la que ha destacado que el Idis, fruto de la colaboración de la USC con el complejo hospitalario universitario de Santiago de Compostela, pretende desarrollar numerosos programas.
El centro tiene un área dedicado a la epidemiología y la salud pública y otra a la genética, que agrupa especialidades en temas cardiovasculares, osteoticulares, cáncer, neurología, endocrinología y nutrición.
Poner en contacto a los investigadores
Carracedo ha subrayado que todos esos ámbitos disponen de «una producción científica muy buena con muchas publicaciones en revistas de impacto» y ha añadido que en el terreno de la investigación, los científicos a menudo «viven unos a espaldas de otros sin saber lo que hace el que está al lado».
En ese sentido, ha destacado que el Idis pretende establecer una nueva estructura flexible para, «por primera vez, oír y coordinar las cosas» de manera que los científicos sepan «qué está haciendo el de al lado y qué cosas pueden hacer en común».
Carracedo ha señalado que todavía desconoce los recursos e infraestructuras de que dispondrá el Idis, pero que el objetivo es «coordinarlos de forma más eficaz y producir científicamente más». El centro pretende incorporar en los próximos meses nuevos ámbitos de investigación como farmacia, biología o física con el objetivo de incrementar sus programas y su capacidad para convertirlo en un centro de investigación competente.