Son cada vez más tontos. Según una investigación de la Universidad de Estocolmo, las nuevas generaciones de perros con pedigrí, normalmente sociables y curiosos por naturaleza, se están volviendo desinteresados, tímidos y menos obedientes con las ordenes de sus amos.
Estas nuevas generaciones de perros están perdiendo los instintos que sí tenían las anteriores generaciones.
Como explica Refugio Antiaéreo, un blog dedicado a recoger todo tipo de historias interesantes que circulan por Internet, el motivo es que en lugar de educarlos y entrenarlos en su fuerza, en la caza o en sus habilidades naturales, se les cría por su apariencia:
“Podemos criar perros que sean muy inteligentes. Es solo que si se sientan por ahí sin hacer nada, y durante generaciones no los selecciones por su inteligencia, es posible que su inteligencia disminuya con el paso del tiempo. Esto es lo que pensamos que está pasando con algunas razas.”