(PD).- En 2002 fueron los ‘padres de Internet’, en 2008 le tocó el turno a Google y este año los Premios Príncipe de Asturias se han acordado del teléfono móvil y de la ‘@’ (arroba) con el galardón de Investigación Científica y Tecnológica a Martin Cooper, el ‘padre’ del dispositivo portátil, y a Raymond S. Tomlinson, el hombre que incluyó la ‘@’ en las direcciones de correo electrónico.
Casi 40 años después de sus respectivos inventos, el mundo ya no es lo que era. Tomlinson recuperó a la @ del ostracismo y con el paso del tiempo el correo electrónico ha sepultado el telegrama, la carta y hasta el romántico género epistolar. Con Cooper empezó a llamarse a las personas en vez de a los sitios.
Si a finales de 1998 había 320 millones de teléfonos móviles, 10 años después había 3.300 millones, el 50% de la población mundial, según la Unión Internacional de las Telecomunicaciones. Los primeros 1.000 millones se alcanzaron a los 20 años del primer terminal, los siguientes 1.000 millones, 40 meses después.
Los últimos en tan solo dos años. Dos aspectos explican su éxito: el avance tecnológico y el aumento en el ancho de banda. Un móvil tiene hoy más capacidad de procesamiento que el ordenador que llevó el hombre a la luna.
Hoy el teléfono móvil es ordenador, televisor, localizador, periódico, agenda, despertador y hasta tarjeta de crédito. Al parecer Cooper se inspiró en el comunicator que usaba el capitán Kirk en la mítica serie televisiva Stark Trek.