¿Recuerdas cuando eras pequeño y tenías juguetes transparentes en forma de animalitos? Parece que eso ha dejado de ser cosa de niños y se ha trasladado a los laboratorios científicos. Un grupo de investigadores ha creado órganos humanos y criaturas transparentes, los cuales podrían ser un gran paso para los órganos impresos en 3D, según recoge Adrián Díaz en N+1
Los neurocientíficos de la Universidad Ludwig Maximilians en Munich han pasado años trabajando en la creación de tejidos biológicos transparentes. De hecho, en 2012 y 2016 publicaron estudios acerca de esto en Nature Protocols y Protocol Exchange.
Para la creación de estos tejidos transparentes se empleó una técnica conocida como submuestreo diferencial con pedidos cartesianos (DISCO), la cual utiliza disolventes orgánicos para «limpiar» el tejido y convertirlos en transparentes. Este método ha sido usado en diversos tejidos que van desde ratones enteros hasta cerebros humanos.Esta técnica en particular fue desarrollada por Ali Ertürk, un artista y neucientífico de la Universidad Ludwig Maximilians. El doctor afirma que este método podría “allanar el camino para la bioimpresión 3D de órganos completos utilizando células y materiales biológicos”. Él junto a su equipo esperan tener avances sustanciales en los próximos años; por ejemplo crear un páncreas impreso en 3D en 3 años y dentro de 5 o 6 tener un riñón.
Al convertir los tejidos transparentes, los científicos pueden estudiar de una manera detallada la anatomía y estructura de los órganos. Por ejemplo, se puede realizar un escaneo láser del órgano transparente sin cortarlo y obtener imágenes sobre la estructura vascular interna. Incluso pueden ver el lugar exacto de las células en cada órgano transparente. Esto serviría para que “podemos replicar exactamente lo mismo, usando la tecnología de bioimpresión 3D para hacer un órgano funcional real», declaró Ertürk para Reuters.
«Por lo tanto, creo que estamos mucho más cerca de un órgano humano real por primera vez», sentenció Ertürk. Esto nos recuerda al grupo de científicos israelíes que lograron imprimir un corazón en 3D usando las células de un paciente.