El Coronavirus ya ha dejado 563 muertos y casi 28 mil contagios en China, todo esto según datos desvelados por las autoridades del país asiático de este 6 de febrero de 2020.
El virus, cuyo epicentro se encuentra en la ciudad de Wuhan, pudo ser contraído por primera vez por el ser humano debido a la ingesta de carne animal, se sospecha que pudo ser por comer carne de murciélago o de serpiente, esto en un mercado popular cuyas condiciones sanitarias eran,, cuando menos, alarmantes.
Ahora bien, ¿cómo es posible que un virus de un animal se traslade al ser humano y qué implicaciones tiene esto de cara al futuro?
El coronavirus no es la primera enfermedad que se traspasa de un animal al ser humano, en el último medio siglo por lo menos cinco enfermedades infecciosas importantes han hecho el recorrido que ahora hace el Coronavirus (2019-nCoV).
En la década de los ’80 una peligrosa enfermedad que fue denominada VIH/SIDA, tuvo su origen en los simios, La gripe aviar de 2004 – 2007 se traslado al ser humano desde unos pájaros, mientras que la gripe porcina llegó en 2009.
El Síndrome respiratorio severo (SARS), por sus siglas en inglés vino de los murciélagos, este animal también heredó al ser humano el ébola.
Todas estas enfermedades dejaron cientos de víctimas, es una muestra de que el ser humano se ha contagiado de un número importante de enfermedades transmitidas de animales, algo que se ha acelerado por los efectos del cambio climático, pero también por el crecimiento de las poblaciones en las grandes ciudades.
Estas enfermedades pueden ser transportadas por una variedad de patógenos: bacterias y virus que pueden causar enfermedades, estos patógenos consiguen mutar y mantenerse en nuevos huéspedes como parte de sus mecanismos de supervivencia evolutiva.
Pero el sistema inmunológico de cada uno de los huéspedes intentan acabar con estos microorganismos, es un juego eterno de supervivencia de uno contra el otro, y ambos quieren vencer.
El 10% de las personas que se infectaron con el SARS fallecieron producto de la enfermedad en 2003, mientras que por la gripe común han fallecido el 0,1% de los contagiados.
Medio siglo atrás, un 35% de los seres humanos vivían apenas en ciudades, a día de hoy esto ha evolucionado un 55%, lo cual es una muestra de cómo se ha movido el ser humano del campo a la ciudad, incidiendo así en el cambio climático, lo que a su vez afecta el hábitat natural de los animales y generando cambios en la forma en la que viven.
Así es como de pronto, las ciudades se han convertido de pronto en el hogar de jabalíes, zorros, ratas, ardillas, monos y otros animales salvajes.
Aunque no todos tienen las mismas posibilidades de supervivencia en la ciudad, los gigantescos desechos de alimentos generan un caldo de cultivo para que algunos sepan sobrevivir muy bien cerca del ser humano, y esto sea un arma de doble filo para la evolución de enfermedades.
Los que tienen más riesgos de contagio
Cuando surgen nuevas enfermedades de este tipo, algunos grupos sociales están más expuestos que otros por las condiciones en las que viven, las circunstancias del huésped inciden y mucho.
Por ejemplo, los habitantes de las ciudades con menos recursos suelen tener más probabilidades de laborar en áreas de limpieza y saneamiento, con esto aumentan las probabilidades de que encuentren estos virus por el tipo de contacto con los portadores de enfermedades.
Por otra parte, los sistemas inmunológicos de estas personas suelen ser más débiles, la mala nutrición es factor fundamental en este sentido, y luego de esto, al contraer enfermedades es tienen más dificultades de reponerse por la escasa atención médica o por no poder acceder a esta.
Estas enfermedades también pueden propagarse a una velocidad vertiginosa en las grandes ciudades, la cercanía de las personas en lugares públicos como el transporte público, centros comerciales o grande eventos sociales y deportivos genera que las personas estén constantemente apretadas, respirando el mismo aire y tocando las mismas superficies.
En otras culturas, como la asiática, las personas usan la vida silvestre urbana para alimentarse, comen animales capturados dentro de la ciudad o criados en los alrededores.