Investigación científica sobre el COVID-19

‘Detectives’ genéticos investigan el verdadero origen del coronavirus

La pandemia ha permitido que los investigadores de todo el mundo se centren en conocer al COVID-19 y cómo vencerle

Los científicos se han convertido en ‘detectives’ genéticos para descubrir empíricamente el origen del coronavirus. A pesar de que existen múltiples teorías, aún existen dudas que se centran en dos principales opciones: el contagio en los humanos a partir de un animal exótico o la creación de la enfermedad en un laboratorio chino.

Hasta la fecha, la primera opción es la que cuenta con un mayor número de seguidores. En este sentido, se piensa que todo empezó en un mercado húmedo en Wuhan, donde los animales salvajes se mantienen en jaulas y se venden como mascotas o alimentos. Se cree que un animal infectado con murciélagos, tal vez un pangolín, infectó al primer humano.

Sin embargo, no todos parecen estar de acuerdo. Un grupo de activistas estadounidenses interpuso una demanda por 20.000 millones contra las autoridades chinas por el brote de coronavirus, alegando que es producto de un arma biológica.

Las medidas legales están lideradas por el abogado estadounidense Larry Klayman y su grupo de defensa Freedom Watch, junto con la empresa de Texas Buzz Photos. En el documento se observa que la demanda apunta contra el gobierno chino, el ejército chino, el Instituto de Virología de Wuhan, el director del Instituto de Virología de Wuhan, Shi Zhengli, y el general de división del ejército chino Chen Wei.

De acuerdo a la reseña de BusinessToday los demandantes piden 20.000 millones de dólares, que es una cantidad mayor que el PIB de China, alegando que el coronavirus es el resultado de un arma biológica desarrollada por las autoridades chinas. A lo que se ha sumado el impacto que ha tenido internacionalmente y el gran número de muertes que ha ocasionado.

Del murciélago al hombre

Los defensores de esta teoría creen que la naturaleza sangrienta de estos mercados chinos, llenos de personas y animales salvajes programados para la matanza, los convierte en el culpable más probable. Los investigadores coinciden en que el coronavirus saltó de un animal a un humano, un fenómeno conocido como «desbordamiento zoonótico».

A principios de febrero, investigadores chinos publicaron un artículo en Nature, una revista científica de primer nivel, que concluyó que «2019-nCoV es un 96% idéntico en todo el genoma a un coronavirus de murciélago». Más tarde ese mes, 27 científicos de salud pública de todo Estados Unidos y del mundo escribieron una carta en The Lancet condenando las teorías de la conspiración.

Laboratorio oculto

Los que dudan de que el coronavirus iniciase en los mercados de china citan un estudio que indica que muchos de los primeros pacientes conocidos no tenían exposición directa al llamado mercado húmedo.

Otra teoría potencialmente explosiva, planteada por primera vez por dos investigadores chinos a principios de febrero y amplificada por el presentador de Fox News Tucker Carlson el 31 de marzo, sostiene que el origen se remonta a un accidente en uno de los dos laboratorios cerca del mercado de Wuhan que trabajan con murciélagos.

La mayoría de los expertos entrevistados para esta historia descartaron la teoría, cuyos reporteros supuestamente retiraron su artículo, diciendo que no estaba respaldada por evidencia. La teoría también ha sido enérgicamente negada por el gobierno chino y uno de los laboratorios.

Pero un experto, profesor de biología química y experto en armas biológicas en la Universidad de Rutgers, ha sugerido a varios medios de comunicación que la teoría de los accidentes de laboratorio tiene credibilidad.

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Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

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