Una investigación realizada por la Universidad de Harvard, denominada “Estrategias de distanciamiento social para frenar la epidemia de Covid-19″, advirtió que estas medidas deberán durar hasta 2022, puesto que un solo período de distanciamiento social no sería suficiente para el control a largo plazo de la enfermedad.
Y es que una de las grandes incógnitas que existen es si el SARS Cov-2 se logrará erradicar como sucedió con la epidemia de SARS de 2002-2003 o si el microorganismo será parte de los tantos virus con los que la población tendrá que lidiar de ahora en adelante.
Dos de los frentes de batalla de la ciencia ante el coronavirus son: hallar los fármacos idóneos para tratar la enfermedad que provoca, covid-19, y la búsqueda de una vacuna.
De momento, las medidas de distanciamiento social son claves para frenar la propagación del virus y reducir su impacto en los sistemas de salud.
Los investigadores de Harvard, exploran en el caso de Estados Unidos, uno de los países más golpeados por el coronavirus, varios escenarios, entre ellos el de establecer periodos de distanciamiento social intermitente que pudieran extenderse hasta 2022.
¿Por qué hasta el 2022?
“En este estudio, evaluamos un enfoque de distanciamiento social intermitente, en el que activamos medidas de distanciamiento social amplias y estrictas cuando los casos son altos, para evitar abrumar al sistema de salud, y volvemos a desactivar las medidas cuando los casos disminuyen”, explica a La Tercera Christine Tedijanto, coautora del estudio de Harvard.
Tomando en cuenta distintos factores (como estación del año, cierta inmunidad) y datos de Estados Unidos, los científicos analizan posibles escenarios de propagación del virus hasta 2025 y hacen varias estimaciones.
“Es probable que las personas que han sido infectadas obtengan protección (inmunidad) contra la reinfección, aunque en qué medida y por cuánto tiempo todavía está abierto y son áreas cruciales de investigación”, explica la investigadora.
Por esta razón, en el enfoque de distanciamiento intermitente que se propone “tomará aproximadamente 12-18 meses en construir suficiente inmunidad de la población mientras se mantiene dentro de los límites de la capacidad de cuidados críticos de Estados Unidos”.
¿En qué consiste?
Algunos países ya se están preparando para mantener un estado de confinamiento y de distanciamiento por un largo período de tiempo.
El primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha señalado que “el distanciamiento social es algo a lo que deberíamos acostumbrarnos (…). Podría ser un año”.
En Canadá, un estudio también asegura que estas medidas intermitentes se podrían mantener hasta 2022. Los autores del estudio describen este proceso como un “distanciamiento social dinámico”.
El doctor Fernando Rodríguez, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), en una entrevista realizada por la BBC Mundo, señala que la forma más práctica de controlar la epidemia, de hacerlo lo antes posible, con los menores costes para la sociedad y, sobre todo, protegiendo los sistemas sanitarios, es confinarnos durante un tiempo, abrir la mano para que aumenten las infecciones y eso permitiría que las personas fueran poco a poco desarrollando la inmunidad del rebaño y cuando los contagios fueran muy altos, volvernos a confinar y así sucesivamente”.
De acuerdo con el académico, el argumento que los científicos utilizan es que ese método permitiría que la gente llevase una vida relativamente normal y que la actividad económica se reanudase, al tiempo que se generaría la inmunidad colectiva, también llamada inmunidad de rebaño.
De hecho, en su análisis, los autores hacen hincapié en que en ese escenario se debe aumentar la capacidad del sistema sanitario, especialmente de cuidados intensivos, para que haya un control eficaz de la situación.
Rodríguez así como otros expertos insisten en que el estudio de Harvard es un modelo teórico, basado en simulaciones matemáticas, y que ponerlo en práctica puede llegar a ser muy complicado.
Aunque se elogia no sólo su excelencia, sino como una herramienta para las autoridades.
Entre las aseveraciones tanto de los investigadores de Harvard, como de miles de expertos en el mundo es que es muy poco probable que pronto volvamos a la vida que llevábamos antes del surgimiento del SAR Cov-2.