Es el tubérculo con el contenido de proteínas más elevado, en torno al 2,1% del peso del producto en fresco

La papa andina: El tubérculo que transformó al mundo

Gracias a su valor nutricional, la patata representa uno de los producto más importante del mundo. Es el alimento latinoamericano más extendido y popular del planeta, ha salvado vidas y forma parte de la economía mundial. ¿Qué sería de la gastronomía internacional sin las patatas?

La papa andina: El tubérculo que transformó al mundo

La patata es uno de los alimentos más importantes del mundo. Este tubérculo, es un elemento indispensable para garantizar la seguridad alimentaria del mundo entero, producto que resulta incluso, más importante y valioso el mismísimo oro.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la importancia de este producto es tal, que en apenas 200 años ha logrado situarse como el cuarto alimento más cultivado en el planeta, detrás del maíz, el trigo y el arroz.

Ha salvado vidas en hambrunas y ha deleitado con su versatilidad a cientos de miles de personas desde que fue difundida y extendida por los conquistadores españoles en América e importada a Europa y al resto del mundo.

Desde que se implantó su consumo, la patata, conocida originalmente como ‘papa’ en su tierra (el altiplano andino), se ha hecho acreedora de un papel estelar en la gastronomía internacional y para muchos, un imprescindible acompañamiento en cualquiera de los tres platos que conforman el menú diario.
Hoy en día, los principales productores de patata son China, India, Rusia y Ucrania.

Las primeras patatas fueron cultivadas hace 8.000 años en los Andes sudamericanos. Su cultivo se pertenece a suelos húmedos y rico en nutrientes, una planta produce unas 20 patatas de peso medio.

La historiadora de alimentos Rebecca Earle, quien está rastreando el viaje planetario de la papa en un próximo libro llamado “Alimentando a la gente: las políticas de la papa», dijo para la BBC Mundo que «a pesar de sus orígenes en los Andes, es un alimento mundial increíblemente exitoso».

Earle la se refiere a este tubérculo como la ‘inmigrante más exitosa del mundo’, ya que su origen se ha vuelto irreconocible para productores y consumidores de todas partes.

Una de las principales cualidades de la patata es que se trata de un alimento que, si bien posee relativamente pocos nutrientes, es capaz de ofrecer una importante fuente de energía al contener gran cantidad de carbohidratos.

Aunado a esto, las patatas se presentan como el tubérculo con el contenido de proteínas más elevado, en torno al 2,1% del peso del producto en fresco. Unas proteínas que, por otro lado, están constituidas con aminoácidos adecuados a las necesidades humanas, según la FAO.

BBC Mundo reseña que un buen lugar para comprender los orígenes de este alimento es el Centro Internacional de la Papa (CIP), un centro de investigación de todo lo relacionado con las patatas.
Está ubicado en un árido suburbio de la capital peruana, Lima, y ​​alberga una colección de miles de muestras de papa de todo el continente.

«Los Andes es donde reside la mayor diversidad genética, pero puedes encontrar papas desde Chile hasta Estados Unidos», dijo René Gómez, curador principal del banco de genes del CIP.

Perú, el país con más variedades de patatas en el mundo

El Perú tiene más de 3,500 variedades de patata, la mayor de todo el planeta. Algunos especialistas afirman que existen hasta 5,000 variedades en todo el mundo.

Estas variedades de papa tienen diferentes propiedades nutricionales, contenidos y cualidades.
La producción peruana de patata es el resultado anual de la intensa actividad en 330,000 hectáreas de cultivos, distribuidas en 19 regiones, principalmente en áreas andinas.

La ‘papa’ representa en Perú lo que el Caviar de Beluga en Rusia, el Jamón Ibérico en España o el Foie-Grass en Francia.

Su sabor y textura tan particular y casi imposible de encontrar en otras partes, ha sido considerado como un diamante comestible de la tierra. Es una auténtica joya para la vida, un producto que alimenta y ha salvado vidas.

Su poderoso valor nutricional

Desde que las patatas ingresaron en la vida económica europea y mundial como un cultivo básico.

Fueron los trabajadores del campo quienes adaptaron la papa a Europa, argumenta Earle, por lo que no necesitaban persuadirlos.

Las élites no descubrieron una nueva cosecha, sino que tenían una idea novedosa de lo que era la comida saludable.

La especialista explica que en lugar de colocar un ‘superalimento’ en el medio de la dieta europea, se dieron cuenta de que la nutrición debía tener un papel más central y buscaron los cultivos que podrían cumplir su propósito. El humilde tubérculo ya estaba allí.

Según Earle en su artículo de 2018: «promoviendo las papas en la Europa del siglo XVIII», señala que si una población numerosa y fuerte era crucial para la producción económica y el poderío militar, el Estado necesitaba comprender y administrar los componentes nutricionales de lo que la gente estaba comiendo.

De esta manera, la fascinación por las papas no proviene de la aparición de un nuevo cultivo, sino de las nuevas ideas europeas de la relación entre la comida y el Estado, describe Earle.

En las primeras décadas del siglo XX, los científicos comenzaron a combinar genes de papas convencionales, con la esperanza de mantener sus rasgos domesticados, con papas silvestres.

La mayoría de los tubérculos cultivados hoy son el resultado de tales pruebas.

Este tubérculo no es solo rico, sino un alimento muy completo que aporta más vitaminas y minerales y menos calorías de los que se le atribuyen.

Es equiparable, por sus características nutricionales, con los cereales, con un micronutriente muy destacado como la vitamina B6, que favorece la creación de células sanas.

También, hervidas, asadas o al vapor son eficaces para la gastritis y la fiebre.

En fin, ¿qué sería de las cocinas del mundo sin las patatas?

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Autor

Yéssica Salazar

Licenciada en Comunicación Social, mención Periodismo. Con Máster en Gerencia y Tecnologías de la Información. Con infinito amor por el periodismo y los medios audiovisuales que me han permitido conocer nuevos senderos, diferentes y desconocidos.

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