La alcachofa es un vegetal que tiene numerosas propiedades beneficiosas para la salud, además de ser muy versátil a la hora de cocinar. Su origen se sitúa en el antiguo Egipto y llegaron a España gracias a los árabes. Su cultivo pronto se extendió por todos los países mediterráneos.
Su temporada de recolección y mejor época de consumo se produce de septiembre a mayo. La parte comestible está constituida por el corazón de la flor y adopta diferentes características dependiendo de la variedad de la que se trate.
¿Conoces todos sus beneficios?
Tiene acción depurativa y efecto diurético que contribuye en la pérdida de peso y evita la retención de líquidos.
Tras el agua, el componente mayoritario de las alcachofas son los hidratos de carbono, entre los que destaca la inulina y la fibra. Los minerales más destacados son el potasio, el fósforo, el hierro; y entre las vitaminas se encuentran la tiamina, de vitamina B y de vitamina C.
Por su riqueza en fibra, es adecuada en régimen hipocalórico, ya que favorece la sensación de saciedad. También facilita el tránsito intestinal, de manera que contribuye a paliar o prevenir el estreñimiento.
Este vegetal es bueno para el hígado. Tiene una gran capacidad de regular la formación y salida de bilis. Por lo que está indicada para enfermedades funcionales y orgánicas de hígado. Es muy eficaz, en los casos de enfermedad hepática, como la cirrosis y la hepatitis.
Destaca en su composición pequeñas cantidades de cinarina, una sustancia ácida con efecto colerético y diurético, que evita la síntesis endógena de colesterol y otros lípidos, al tiempo que aumenta la excreción biliar del colesterol; y de los esteroles, con capacidad para limitar la absorción del colesterol en el intestino.