El uso excesivo de una misma mascarilla o el no desinfectar correctamente las que son reutilizables también puede ser peligroso.
Marisa García Alonso, farmacéutica y analista clínica de Estudios Analíticos Aplicados A La Clínica (EAAC), mostró a través de su cuenta de Instagram cómo pueden crecer diferentes microorganismos en las mascarillas de no lavarlas, desinfectarlas de vez en cuando o cambiarlas con frecuencia.
Para demostrarlo, hizo un «sembrado» de diferentes mascarillas en placas de Agar Sangre y así ha podido observar qué tipos de microorganismos pueden estar presentes.
«Han crecido staphylococcus, streptococcus, neiserias, bacillus que parecen ser contaminantes…», resume en un post de Instagram.
«Las bacterias que aparecen no son patógenas por sí mismas, pero podrían convertirse en patógenas oportunistas si se ven muy aumentadas debido a que están creciendo en abundancia en las mascarillas húmedas con nuestro aliento..», explica.
En el vídeo enseña diferentes placas con los resultados de distintas mascarillas. En la mascarilla de tela encuentra muchos estafilococos y «algunos son contaminantes, me dice la microbióloga».
La segunda mascarilla es una reutilizable que la investigadora lleva guardada en su bolso. En este caso, «como la uso menos», explica, la placa tiene unos pocos estafilococos pero sin contaminación.
La tercera es una mascarilla completamente nueva y sin usar. Aun así muestra algún contaminante, «quizá al cogerla, nada más sacarla de la cajita, ya se me ha contaminado».
La cuarta es una mascarilla quirúrgica que «estaba usando en ese momento. La habré usado dos veces durante poco tiempo». Tiene estafilococos y estreptococos.
Por último enseña la placa correspondiente a la mascarilla que un compañero suyo «utilizó durante tres semanas y además durante ocho horas cada día». En este caso el crecimiento de microorganismos es grande, con todo tipo de bacterias y posiblemente algún hongo. Con esto se confirma que a mayor tiempo de uso mayor es el crecimiento de estos microorganismos.