La farmacéutica Moderna anunció que espera ofrecer su vacuna contra el COVID-19 a un precio de entre 32 y 37 dólares por dosis, un «precio de pandemia», que dependerá del volumen que le solicite cada país y espera garantizar su acceso universal.
«Estamos trabajando con Gobiernos en todo el mundo y con otros para asegurarnos que la vacuna es accesible independiente de la capacidad de pagar», aseguró en una llamada con inversores el consejero delegado de Moderna, Stephane Bancel.
El precio será menor para aquellos países que soliciten grandes volúmenes de dosis, apuntó la compañía, que ha aclarado que una orden «pequeña», para la que aplicaría la horquilla de precios anunciada hoy, sería del orden de los varios millones de dosis.
Ese precio está por encima de los 19,50 dólares que adelantó Pfizer para la vacuna que desarrolla junto con la alemana BioNTech y que se encuentra, como en el caso de Moderna, en el inicio de la fase 3, la recta final de pruebas clínicas para certificar su fiabilidad y seguridad.
AstraZeneca, que producirá la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford, y Johnson&Johnson se comprometieron a vender una parte importante del stock a precio de coste -sin obtener beneficios-, en una operación que generará convulsiones en el mercado, más aún teniendo en cuenta que Moderna y la propia Pfizer rechazaron tomar la misma medida altruista.
