Una nueva teoría sobre el origen de la Covid-19 sostiene que podría ser más antiguo de lo que se cree hasta el momento.
Es posible que, el punto de partida de la pandemia no sea el mercado de Wuhan, sino un pozo minero chino, cuando en 2012 algunos trabajadores contrajeron una enfermedad desconocida muy similar al coronavirus, después de estar expuestos a murciélagos.
Según ha reseñado New York Post, el virólogo Jonathan Latham y la bióloga molecular Allison Wilson, ambos de la organización Bioscience Resource Project en Ithaca (EE.UU.), tradujeron una tesis de maestría escrita en 2013 por un médico chino que atendió a los mineros infectados y envió muestras de sus tejidos al Instituto de Virología de Wuhan para ser evaluadas.
«La evidencia que contiene nos ha llevado a reconsiderar todo lo que creíamos saber sobre los orígenes de la pandemia de Covid-19», han señalado Latham y Wilson en un artículo publicado en julio en el sitio Independent Science News.
La mina, los murciélagos y una neumonía muy parecida a la de Wuhan
Hace ocho años, en abril de 2012, seis empleados de una mina de cobre en la región de Mojiang, en la provincia de Yunnan, a miles de kilómetros de Wuhan, en China, enfermaron después de pasar más de 14 días eliminando heces de murciélagos.
Posteriormente, tres de los mineros fallecieron a causa de lo que parecía ser una neumonía.
El especialista Li Xu, describió en su tesis de 66 páginas, los síntomas que tenían los enfermos. Entre ellos destacan: fiebre alta, tos seca, dolor en las extremidades y, en algunos casos, dolores de cabeza.
En este estudio, se determina que no solo los síntomas son muy parecidos a la Covid-19, sino también el tratamiento que se les administró a los mineros, ya que fueron tratados con ventiladores y una combinación de medicamentos que incluían esteroides, anticoagulantes y antibióticos.
En cuanto a los otros tres sobrevivientes habían generado anticuerpos ante el virus que mató a sus compañeros.
La evolución del virus
La investigación determinó que los mineros se habían infectado al limpiar los hongos de heces de los murciélagos, que habitaban en la cueva y que se generaban en el fondo del pozo.
Otro de estos estudios desarrollados en la mina de cobre en la que laboraban los hombres infectados, descubrió que de 152 secuencias genéticas del coronavirus dos eran similares a las causantes del SARS. Incluso, se halló lo que se definió como una nueva cepa, denominada RaBtCoV /4991.
Li Xu envió muestras de tejidos de los mineros infectados al Instituto de Virología de Wuhan, donde los científicos confirmaron que la fuente de infección era un coronavirus similar al SARS del murciélago ‘Rhinolophus rouxii’.
Es así, como los investigadores sugieren que el virus «evolucionó» al SARS CoV-2 dentro de los mineros.
De igual manera, según Latham y Wilson, el SARS CoV-2 es «un coronavirus inusualmente patógeno altamente adaptado a los humanos«, cuyas muestras «de alguna forma» salieron del laboratorio el año pasado, generando lo que se ha transformado en la pandemia de coronavirus.
Este sábado 15 de agosto, Latham aseguró al New York Post que «de manera casi segura» el coronavirus «escapó» del laboratorio de Wuhan.
Cabe destacar que en julio, el director del laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan, Yuan Zhiming, rechazó las especulaciones que vinculan a esa instalación con el origen de la Covid-19, e indicó que es imposible que un virus saliera de sus instalaciones porque es un centro altamente seguro.