Johnson & Johnson anunció el inicio de un enorme estudio final para tratar de probar si una vacuna COVID-19 de una sola dosis puede proteger contra el virus.
El estudio será el mayor ensayo clínico de una vacuna contra el coronavirus del mundo hasta el momento, probando la fórmula en 60.000 voluntarios en los EEUU, Sudáfrica, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.
La cifra alrededor del doble de la cantidad de pacientes que participan en otros ensayos de fase 3.
La vacuna candidata consiste en vector recombinante que utiliza un adenovirus humano (el virus responsable del resfriado común) para expresar la proteína del SARS-CoV-2 en las células.
El vector de adenovirus usado se ha modificado para que ya no se pueda replicar en humanos y causar enfermedad.
El ensayo que comienza ahora está diseñado para determinar si la vacuna en investigación puede prevenir el COVID-19 después de una sola dosis, a diferencia de otras candidatas que apuntan a dos aplicaciones, lo que eleva los gastos y la logística.
Además, tampoco necesita ser congelada en su almacenamiento y distribución.
Un puñado de otras vacunas en los EEUU (desarrolladas por Moderna, Pfizer y AstraZeneca) y otras en otros países ya están en la etapa final de prueba.
Hay muchas esperanzas de que las respuestas sobre al menos un candidato que se está probando en los EEUU podría llegar a finales de año, tal vez antes.
A pesar de haber comenzado las pruebas más tarde que algunos de sus competidores, Paul Stoffels, director científico de J&J, dijo a los periodistas que el estudio era lo suficientemente grande como para dar respuestas posiblemente a principios del próximo año.
Al respecto, el epidemiólogo Anthony Fauci apuntó la probabilidad de que se requieran varios tipos de vacunas para atender la demanda mundial, y ha subrayado que la fórmula de J&J ha demostrado ya que es un fármaco “prometedor”.