Un hombre de 34 años casi muere salir de una ducha que había desarrollado una reacción alérgica grave a las bajas temperaturas.
Su familia se lo encontró tirado en el suelo, desmayado y con todo el cuerpo cubierto de urticaria.
Inmediatamente lo llevaron a urgencias, donde no tardaron en descubrir que padecía un shock anafiláctico por un motivo de lo más peculiar: alergia al frío.
El paciente ya había sufrido algunas reacciones a las bajas temperaturas, precisamente en forma de urticaria, pero nunca tan extendida como la que le provocó el shock.
Se trataría del cambio brusco de temperatura al salir de la bañera fue lo que le causó este efecto, que podría incluso haberle costado la vida.
Los servicios de emergencia le trataron con epinefrina y oxígeno y lo llevaron rápidamente a la sala de emergencias.
Cuando llegó al hospital estaba sudando y tenía urticaria en todo el cuerpo. Allí le diagnosticaron “urticaria por frío”, una reacción alérgica de la piel después de la exposición a temperaturas frías, como aire o agua fría.
De hecho, Live Science explica que también hay personas que desarrollan síntomas después de consumir alimentos o bebidas frías.
Según han reseñado en The Journal of Emergency Medicine, los especialistas aseguran que la mayoría de los casos se desconoce la causa de la afección, pero a veces se puede heredar, lo que significa que las personas tienen una predisposición genética.
En otras, la urticaria por frío es provocada por algo que afecta el sistema inmunológico, como una infección viral o ciertos cánceres.
¿Por qué ocurre la alergia al frío?
La reacción alérgica sucede porque la exposición al frío hace que el sistema inmunológico libere sustancias químicas llamadas histaminas, que desencadenan una respuesta inflamatoria.
Las alergias son el resultado de una reacción exagerada de nuestro sistema inmunitario.
Su función es combatir posibles patógenos o agentes extraños que entren en el organismo.
Sin embargo, en ciertas personas detecta como posibles peligros sustancias tan inofensivas como algunos alimentos, el polen de ciertas plantas o los ácaros del polvo.
Además, en casos bastante más extremos puede llegar a reaccionar frente a ‘sensaciones’, en vez de sustancias o microbios.
En la mayoría de los casos se trata de una urticaria primaria y su causa no es completamente conocida.
Se ha asociado a cuadros infecciosos previos, de mayor o menor gravedad (infecciones víricas de vías respiratorias superiores, rubeola, mononucleosis u otros..), picaduras de insectos , enfermedades tiroideas y con algunos medicamentos.
Estos casos, suelen durar de media unos 5-6 años y después desaparecer. Hay una forma secundaria, en la que se detectan en sangre inmunoglobulinas que reaccionan específicamente con el frío, precipitando, estas pueden estar relacionadas con enfermedades graves. En un pequeño porcentaje se tratará de una forma hereditaria, transmitida de forma dominante, que se inicia desde la infancia.
Test del cubito de hielo
Consiste en la aplicación de frio (un cubito de hielo, un tubo de ensayo con agua congelada) sobre la cara anterior del antebrazo.
Se aplica el frío durante un tiempo variable (normalmente se inicia con 5 minutos) y entre cada exposición se esperará 10-15 minutos, tiempo en el que aparecerá primero picor y después un habón con la forma del cubito de hielo.
En algunos casos se deberá alargar la exposición o bien sumergir los brazos en agua fría para confirmar el diagnostico.
El tratamiento se basará, sobre todo en la identificación de los casos susceptibles de ser mas graves, en estos, normalmente se incide mucho en la importancia de evitar la inmersión en agua fría, evitar el ejercicio en ambientes fríos y tomar alimentos o bebidas frías. rigo, cubriendo bien las zonas más expuestas (guantes, etc), suele ser suficiente para controlar los síntomas.