PALEONTOLOGÍA REVOLUCIONA LA HISTORIA DE LOS DINOSAURIOS

Un dragón en la familia del T. rex: el descubrimiento en Mongolia que revoluciona el árbol genealógico de los tiranosaurios

El hallazgo de Khankhuuluu mongoliensis en Mongolia obliga a reescribir la evolución de los tiranosaurios y revela nuevas migraciones entre Asia y América del Norte

El tiranosausio Khankhuuluu mongoliensis
El tiranosausio Khankhuuluu mongoliensis. PD

En el inmenso y ventoso desierto del Gobi, donde la arena esconde secretos de hace millones de años, un equipo internacional de paleontólogos ha dado con una pieza clave en el puzle evolutivo de los tiranosaurios.

El protagonista: Khankhuuluu mongoliensis, apodado ya como el “príncipe dragón de Mongolia”.

Esta especie, que vivió hace 86 millones de años, se ha ganado un lugar destacado en la historia natural, pues su estudio está obligando a reescribir el árbol genealógico de los tiranosaurios, incluyendo al icónico Tyrannosaurus rex.

El hallazgo no es reciente en términos estrictos: los fósiles fueron excavados en 1972 y 1973, pero han permanecido décadas en la penumbra de los almacenes científicos hasta que un grupo liderado por la paleontóloga Darla Zelenitsky decidió analizarlos con técnicas modernas.

Lo que parecía un pequeño tiranosaurio más resultó ser el eslabón perdido que conecta a los primeros miembros de esta temible familia con sus descendientes gigantescos.

Un linaje más complejo de lo imaginado

Durante años, la narrativa sobre los tiranosaurios era relativamente lineal: pequeños depredadores evolucionaron gradualmente hasta convertirse en bestias colosales como el T. rex, dominando América del Norte antes de su extinción hace 66 millones de años. Pero Khankhuuluu mongoliensis añade matices inesperados:

  • Se trata del ancestro más cercano conocido de los tiranosaurios gigantes.
  • Su tamaño era modesto: apenas unos 4 metros de largo y 750 kilos, lejos del imponente Tarbosaurus (hasta 6.000 kg) o del propio T. rex.
  • Su anatomía muestra características intermedias entre los primeros tiranosauroides y sus parientes más famosos.

Pero lo más revelador es su origen geográfico y su papel migratorio. El estudio sugiere que estos dinosaurios realizaron al menos tres grandes migraciones entre Asia y América del Norte a través del antiguo puente terrestre que conectaba Alaska y Siberia. Así, la expansión y diversificación del grupo se produjo mucho antes y fue mucho más dinámica de lo que se pensaba.

Viajeros prehistóricos entre continentes

La historia evolutiva del T. rex y sus primos no es ya solo un relato americano. Los tiranosaurios primitivos surgieron en Asia, migraron a América del Norte donde crecieron en tamaño y variedad, y luego algunas especies regresaron a Asia para ocupar nuevos nichos ecológicos antes de ser reemplazadas por formas aún más grandes. Estos viajes intercontinentales explican la sorprendente diversidad encontrada en ambos continentes y añaden una dimensión aventurera a la biografía de estos depredadores.

La importancia del “dragón” mongol

¿Por qué Khankhuuluu mongoliensis es tan relevante? Porque cubre un vacío temporal en el registro fósil —una especie de «agujero negro» evolutivo— justo antes del auge de los superdepredadores del Cretácico tardío. Sus características muestran cómo pasaron de ser cazadores relativamente pequeños a dominar ecosistemas enteros.

Algunos puntos destacados:

  • Su cráneo revela adaptaciones para morder con fuerza, aunque no tan extremas como las del T. rex.
  • Conserva rasgos antiguos pero anticipa innovaciones propias de sus descendientes gigantes.
  • Su hallazgo redefine las relaciones familiares entre especies conocidas: algunos linajes asiáticos son ahora “primos” más cercanos al T. rex de lo que se suponía.

Un mundo de dinosaurios impredecibles

La paleontología vive una edad dorada gracias a técnicas modernas como el escaneo 3D o la comparación digitalizada entre fósiles hallados en diferentes rincones del planeta. Esto ha permitido identificar otras especies sorprendentes en Asia Central, como Duonychus tsogtbaatari, un extraño tericinosaurio bípedo con dos dedos y garras enormes adaptadas para alimentarse de plantas o excavar. Cada nuevo descubrimiento desafía las ideas previas sobre cómo evolucionaron estos animales.

Las investigaciones muestran cómo la evolución puede jugar malas pasadas: mientras algunos terópodos desarrollaban garras gigantescas para defenderse o alimentarse, otros reducían su tamaño o cambiaban radicalmente sus hábitos alimenticios.

Curiosidades científicas para sorprender a tus amigos

Los dinosaurios nunca dejan de fascinar ni sorprendernos. Aquí tienes algunas anécdotas y datos curiosos sobre este reciente descubrimiento y la paleontología actual:

  • El nombre “Khankhuuluu” significa literalmente “príncipe dragón”, una referencia tanto a su estampa majestuosa como al folclore local mongol.
  • El “dragón” pesaba menos que un oso polar adulto… pero probablemente tenía mejor dentadura.
  • Los fósiles se encontraron durante expediciones soviético-mongolas; durante décadas estuvieron etiquetados erróneamente hasta su reciente revisión.
  • El puente terrestre Beringia fue fundamental no solo para humanos prehistóricos, sino también para dinosaurios emigrantes mucho antes que nosotros.
  • Las técnicas modernas permiten reconstruir músculos, piel e incluso pigmentación probable gracias a restos microscópicos hallados junto a los huesos.
  • En Mongolia existe un festival dedicado exclusivamente a dinosaurios locales, donde niños pueden conocer réplicas a tamaño real y escuchar historias sobre dragones ancestrales.

¿Y si te dijera que cada año se describen oficialmente unas cincuenta nuevas especies de dinosaurios? La historia está lejos de acabarse; quizás el próximo gran descubrimiento esté esperando bajo nuestros pies… o bajo una pila polvorienta en algún museo remoto.

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