(PD).- El Juzgado Penal número 17 de Barcelona celebra este jueves el juicio contra los padres de un alumno del Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Eduard Marquina de la capital catalana que presuntamente agredieron y amenazaron de muerte a dos maestras y a una conserje del centro en octubre de 2006.
Se trata del primer caso conocido en Cataluña que se tramitó como un delito de atentado contra funcionario público y no como una falta.
La Fiscalía solicita para Juan V.A. y Montserrat M.G. un año y cuatro meses de cárcel y multas que suman 540 euros por un presunto delito de atentado, al que añade dos faltas de lesiones.
El caso de la escuela Eduard Marquina fue el primero en que la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) pidió que se abrieran diligencias penales por una agresión de este tipo, ya que el entonces fiscal jefe, José María Mena, ordenó el 14 de noviembre de 2006 perseguir como atentado los casos de agresiones a profesionales de la enseñanza y de la sanidad públicas relacionadas con el ejercicio de su labor.
«Pégales, mátala»
Los hechos ocurrieron el 11 de octubre de 2006 en la puerta del CEIP Eduard Marquina, cuando los padres del alumno, que entonces tenía 5 años, se indignaron con la dirección del centro porque se les pidió el pago simbólico de cinco euros para que su hijo, cuyo horario de entrada era a las 9.30 horas, fuese admitido en el servicio de acogida que empezaba una hora antes.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el matrimonio hacía uso del servicio de guardería del centro desde septiembre sin abonar «en ningún momento» los cinco euros. Finalmente, el colegio decidió prohibir el acceso del menor al centro.
Fue entonces cuando Juan V.A. y Montserrat M.G. se dirigieron al colegio exigiendo que dejaran entrar a su hijo en el servicio de guardería. En concreto, la acusada se encaró con la directora, Dolores C.Q., y con la jefa de estudios, Gloria Z.B., a quienes amenazó de muerte para conseguir su objetivo. Su marido, mientras tanto, presuntamente la alentaba con expresiones del tipo: «Pégales, mátala, bueno ya las encontrarás en la calle».
Finalmente, según la Fiscalía, Montserrat M.G. cogió por el cuello a Gloria Z.B. y, sin dejar de amenazarla e insultarla, la agarró por los brazos dándole empujones. Al percatarse de lo que estaba ocurriendo, la conserje, Carmen P.R., llamó a los Mossos d’Esquadra, momento en que los acusados presuntamente empezaron a increparla y a amenazarla de muerte. «Chivata, te voy a coger y te voy a matar», le espetaron supuestamente.
