(PD).- La consejera madrileña de Educación, Lucía Figar, ha anunciado hoy que el proyecto de abrir un colegio público catalán en la Comunidad de Madrid no será finalmente posible por falta de demanda.
Figar ha precisado que sólo se han recogido 11 solicitudes de familias que quieren que sus hijos cursen el próximo año las asignaturas en catalán. Además, estas 11 peticiones corresponden a cursos diferentes y el requisito era lograr un mínimo de 10 matrículas por curso.
«El colegio no ha tenido una gran demanda por parte de las familias», ha admitido Figar. Así las cosas, ha indicado que la viabilidad del colegio no es posible porque su departamento cree que no es «buena» para el proyecto pedagógico de los alumnos.
«Como ya dije al principio -cuando presentó la propuesta de crear un centro educativo catalán-, para que un proyecto educativo y pedagógico sea bueno e impositivo para los alumnos tiene que haber un número de alumnos mayor por clase», ha apuntado.
En concreto, esperaban 10 alumnos por clase. El colegio impartiría Educación Infantil de 3 a 6 años y Primaria de primero a sexto curso.
El plazo de solicitudes para este centro, al igual que el resto de los colegios, terminó el pasado martes 15 de abril, fecha a partir de la cual la Comunidad de Madrid tenía que valorar si la región contaría o no con el centro público en catalán dependiendo de las peticiones.
Figar ha indicado no obstante que esta misma semana se reunirán con los padres interesados en la iniciativa para darles la opción de «abrir una sección en algún colegio público» para que puedan estudiar este idioma.
80.000 familias catalanas
Además, las familias afectadas recibirán la noticia personalmente esta semana, en una reunión con la directora general de Educación Infantil y Primaria, Carmen Pérez-Llorca. De los alumnos que han realizado la inscripción, 11 son de Madrid y uno de Cataluña.
El Ejecutivo de Esperanza Aguirre tenía previsto abrir el primer colegio bilingüe castellano-catalán de la región, para el que ya tenían hasta el nombre, Presidente Josep Tarradellas, en el centro de la capital, concretamente donde hoy se encuentra el Instituto San Mateo.
En Madrid residen entre 80.000 y 100.000 familias de origen catalán, lo que animó al Gobierno de Esperanza Aguirre a plantear el proyecto. El anuncio lo hizo, además, en plena campaña electoral y en Cataluña.
Así, la presidenta de la Comunidad manifestó su deseo de crear el primer colegio catalán en Madrid en Lleida el pasado mes de febrero, que llevaría el nombre del ex presidente de la Generalitat si existían suficientes alumnos que justificaran su creación.
La propia Figar informó en marzo de que si se ejecutaba el proyecto, la Comunidad reconvertiría el céntrico Instituto de Educación Secundaria San Mateo en el colegio público catalán. En un principio, la expectación era muy grande porque la consejera había manifestado en distintas ocasiones que estaban recibiendo muchas llamadas en las que se pedía información.