(PD).- El informe de la Fundación Jaume Bofill suspende al sistema educativo catalán en la atención a los alumnos inmigrantes y a los estudiantes de las clases desfavorecidas.
Un sistema que a juicio de los autores del estudio fomenta las «desigualdades» entre el alumnado por el lugar de nacimiento, ya que los inmigrantes obtienen alrededor de 70 puntos menos que los autóctonos en todas las áreas de competencia.
En ciencias y compresión lectora, Cataluña es uno de los sistemas educativos con mayores desigualdades entre foráneos y nativos. «Está claro que falla el tratamiento educativo a la diversidad cultural», precisó Ferran Ferrer, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona y uno de los autores del estudio.
Las causas se han de buscar en que los resultados y la eficiencia en la red pública, que soporta casi todo el peso de la escolarización de los niños recién llegados, están muy por debajo de la privada.
La presentación de este informe, tres días después del tortuoso inicio del curso escolar, no ha hecho más que echar más leña al fuego, lo que augura un otoño caliente.
