Ni racismo ni xenofobia, delincuencia e impunidad.

(Araceli Oñate).- Ni racismo ni xenofobia. El escalamiento de la violencia vivido en las últimas horas tiene su origen en la ausencia de norma, en la falta de prevención eficaz en las aulas y en la impunidad, que viene de lejos y consagra a los matones como los dueños de la calle.
Convocar frente a la delincuencia, una manifestación por la Paz y la Convivencia es una tomadura de pelo, además de una grave irresponsabilidad.

Ni racismo ni xenofobia. El escalamiento de la violencia vivido en las últimas horas tiene su origen en la ausencia de norma, en la falta de prevención eficaz en las aulas y en la impunidad, que viene de lejos y consagra a los matones como los dueños de la calle. La población civil exige soluciones a los políticos.

Una niña de 14 años ha sido degollada por dos menores en Barcelona; muerte y violencia también en Burgos y en Vigo a manos de jóvenes adolescentes. En Jaén y en Murcia, el escalamiento de la violencia tiene su origen en «peleas entre chavales». Niños de 13 y 14 años que tienen aterrorizado a todo el mundo y que han aprendido que la violencia es rentable.

Criminalizar a la gente normal que vive y deja vivir, respeta y exige tranquilidad independientemente de su raza, es la perversa cortina de humo que nuestras autoridades ya han empezado a lanzar.

Convocar frente a la delincuencia, una manifestación por la Paz y la Convivencia es una tomadura de pelo, además de una grave irresponsabilidad.

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