Violencia y Acoso escolar en Galicia

(PD).- La violencia está cada vez más presente en las aulas gallegas, pese al apagón informativo decretado por la Xunta respecto al Acoso y la Violencia Escolar.

La mitad de los alumnos de ESO de Galicia aseguran que han sido víctimas de ataques físicos o psicológicos y la mayoría no lo cuenta por miedo y como sistema de autodefensa, según el reciente estudio de la Universidad de Vigo.

La Fiscalía de Menores de Pontevedra ha solicitado una condena de nueve meses de libertad vigilada para tres alumnos del instituto de Enseñanza Secundaria de A Illa de Arousa, que en diciembre de 2007 fueron denunciados por presunto acoso escolar a otro compañero del centro. La fiscal especial, Encarnación Bullón, les acusa de un delito contra la integridad moral.

Bullón ha considerado los informes de los equipos técnicos y de la Policía Judicial para pedir que los menores sean juzgados y sancionados por presuntos comportamientos punibles. Según el escrito de acusación, los alumnos profirieron indultos y ofensas continuadas hacia su compañero, pero descarta que estas actitudes vejatorias fueran causa directa del intento de suicidio que el menor protagonizó colocándose una cuerda en el cuello, y que generó una gran alarma entre padres y profesores del instituto.

La mitad de los alumnos de ESO de Galicia aseguran que han sido víctimas de ataques físicos o psicológicos y la mayoría no lo cuenta por miedo y como sistema de autodefensa. Un informe de la Universidade de Vigo alerta de que la mitad de los alumnos de ESO han sido víctimas de algún ataque físico o psicológico por parte de un compañero. El estudio también subraya que la mayoría de los estudiantes no cuentan que han sido agredidos por miedo o como mecanismo de autodefensa. La violencia escolar está más extendida entre los niños que entre las niñas, puesto que ellos están detrás del 52,6% de los casos.

Los casos que salen a la luz, pese al apagón informativo decretado por la Xunta, con denuncias ante los juzgados, protestas de los padres o grabaciones vía teléfono móvil que luego aparecen colgadas en internet, son sólo la punta de un gran iceberg que cada día preocupa más a los expertos. «Existe violencia en los centros escolares de la ESO». Las conclusiones de un reciente estudio elaborado por la Universidade de Vigo para la Xunta son así de rotundas.

Las conductas agresivas «son muy frecuentes» tanto por parte de niños como de niñas y «están claramente generalizadas». Hasta el punto de que la mitad de los escolares de secundaria en Galicia han sido víctimas de algún ataque físico o psicológico por parte de un compañero. La situación es todavía más grave si se tiene en cuenta que la mayoría opta por el silencio como «mecanismo de autodefensa». Hay miedo a contarlo.

Detrás del 43,8% de las agresiones verbales están niñas, un porcentaje que se eleva hasta el 52,6% en el caso del sexo masculino. Son los chicos los que también provocan más episodios de exclusión social -un 25%, frente al 23,3% entre ellas- y de agresiones físicas directas, donde la variación es de casi diez puntos más elevada entre los menores de sexo masculino. «Las mujeres -indica el informe encargado por el Servizo Galego de Igualdade- generalmente emplean para expresar agresiones formas verbales o físicas indirectas, mientras que los hombres usan tanto la agresión verbal como la física en sus diferentes manifestaciones, siendo más agresivos en general».

La investigación se realizó entre seis centros educativos de la provincia de Pontevedra, con 685 adolescentes de 1º, 2º, 3º y 4º de Secundaria. 482 de colegios públicos y 201 de centros privados. «Los alumnos no manifiestan problemas de convivencia especialmente significativos, más allá de que las mujeres tienen más amistades de su mismo sexo, igual que los hombres», resaltan las conclusiones.

Entre las respuestas de los alumnos entrevistados hay otro dato que llama especialmente la atención. El 22,4% de las niñas se quejan de que han sido objeto de agresión sexual por parte de un niño de su colegio. Los mismos expertos reconocen «la gravedad» de la situación. Meter mano, aguantar groserías, levantar la falda, besos forzados… Un 11% algunas veces. Un 2,6% muchas veces. Un 2,3%, siempre. Lo han vivido, pero muchos más lo han visto. Casi cuatro de cada diez alumnos ha presenciado una agresión sexual. Y no sólo de un niño a una niña. Existen casos a la inversa, hasta un 15,7% de los alumnos analizados lo reconocen. Para los expertos, ésta es una nueva línea de investigación.

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