El ministro Gabilondo defiende un gran pacto sobre educación que evite la disputa entre partidos

(PD).- El ministro de Educación y Universidad, Angel Gabilondo, defendió este Jueves santo la búsqueda de «un gran pacto» entre todos sobre la educación, para sacarla de la disputa entre partidos.

Respecto al acuerdo PSE y PP en Euskadi para que los padres puedan escoger con libertad la lengua en la que quieren educar a sus hijos, el titular de Educación afirmó que «la respuesta está en la Constitución, en la que está claro cuál es la lengua oficial y cuáles son las lenguas cooficiales en las comunidades autónomas».

En unA entrevista concedida al diario El Correo, Gabilondo consideró «decisivo» un pacto escolar, ya que, «con la educación, se ha hecho un asunto de transacción política y cada grupo ha hecho un modelo modificado con el anterior».

A su juicio, hay cuestiones que tienen «una dimensión de Estado», por lo que señaló que la educación es «un bien público común». «Hay que encontrar los requisitos para establecer un marco más estable que permita aplicarlo y desarrollarlo después desde la diferencia de cada opción política. Este ir y venir, este trastorno permanente de los planteamientos, hace daño», aseveró.

Preguntado por su defensa de la firmeza y el diálogo en relación con el proceso de Bolonia, Gabilondo recordó que «todas las transformaciones en el sistema universitario han suscitado debate, su crítica y su contestación», pero reconoció que «ha durado demasiado este proceso, que ha habido demasiados altibajos, demasiados cambios ministeriales, y esto ha podido producir determinada incertidumbre».

En su opinión, hay que mejorar los procesos de comunicación:

«No me estoy refiriendo a la propaganda. Hay que escuchar las buenas razones que pueda haber, e ir poco a poco implantando este proceso. No se trata de imponer unos criterios cerrados. No hay que uniformizar y algunas cosas las tenemos que hacer mejor».

Sobre la posibilidad de retrasar al curso 2010-2011 la implantación del proceso de Bolonia, el titular de Educación consideró que «hemos tardado en hacer las cosas»:

«Lo que se puede hacer es ir buscando los tiempos en cada momento para ir haciendo los cambios con seriedad y con rigor. Cada uno verá cuál es su mejor opción, pero también éste es un espacio muy competitivo. Y es un espacio en el que los títulos que están adaptados al espacio europeo tendrán también mayor aceptación por parte de los estudiantes».

Por ello, rechazó que «sea en principio bueno paralizar procesos». «Sobre todo -explicó- porque no creo que sea más fácil hacer las cosas dentro de un año que ahora. A veces, creemos que dejar un tiempo favorece la resolución de los asuntos. Lo que favorece la resolución de los asuntos es escucharlos, enfrentarlos y debatirlos».

Cuestionado por el elevado fracaso escolar que hay en España, Angel Gabilondo consideró «muy inquietantes» este fenómeno e instó a estudiar «muy a fondo cuáles son las causas, que no sólo tienen que ver con la escuela o el instituto, sino que tienen una gran dimensión social».

A su juicio, «este no es un asunto de los profesores, de los institutos o de los colegios, es un asunto de toda la sociedad»:

«Si creemos que la educación es un factor determinante de la transformación y de la equidad social, toda la sociedad debe sentir que es un problema fundamental y entre todos debemos analizar las causas. El asunto de la educación no sólo compete al ministerio, sino que compete a toda la sociedad».

Gabilondo afirmó que la educación universitaria «es educación y es educación superior», y abogó por la coordinación. «La innovación, la ciencia y la investigación también son aspectos universitarios. Con independencia de la infraestructura de los ministerios, la coordinación y la cooperación y la colaboración son determinantes», destacó. En este sentido, argumentó que «hay asuntos en los que será indispensable hablar con otros ministerios»:

«Yo soy ahora miembro de un Gobierno, no sólo soy ministro. Hablaré muy especialmente con el Ministerio de Ciencia e Innovación, pero no conviene olvidar que la Universidad es también innovación, ciencia e investigación».

Preguntado por el cambio político que se avecina en el País Vasco, el ministro manifestó que «la decisión del pueblo vasco es la decisión de las urnas». «Cuando se habla, a veces, hay que ver también lo que el pueblo vasco dice en las elecciones. Y, luego, están los procedimientos legítimos del juego democrático que llevan a los acuerdos y a los consensos.

El acuerdo posible legítimo es el que hay y lo que tenemos que hacer es apoyar las propuestas que se hacen», añadió.

Tras señalar que siempre ha creído «gobernar es trabajar para la inclusión de todos, tanto de los que están en el Gobierno como para los que piensan de otro modo», confió en «un País Vasco en el que quepan todos, piensen como piensen». «El gran desafío del nuevo Gobierno vasco es la articulación y la incorporación de todos en una misma sociedad».

Respecto al pacto PSE-PP para que los padres puedan escoger con libertad la lengua en la que quieren educar a sus hijos, el titular de Educación afirmó que «la respuesta está en la Constitución».

«En la Constitución está claro cuál es la lengua oficial y cuáles son las lenguas cooficiales en las comunidades autónomas. Ese es el camino. A mí me parece que no hay otro», señaló.
Por último, calificó de «extraordinaria» la candidatura de San Sebastián a la capitalidad europea de la cultura en 2016″:

«Me siento muy orgulloso como donostiarra que sea así, porque significa también darle al pueblo vasco una dimensión universal en relación con la cultura».

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