(PD).- Denuncia la Asociación de Profesores de Instituto de Andalucía, APIA) que ni los informes del Defensor del Pueblo, ni las continuas quejas de los profesores por las bajas que sistemáticamente dejan de cubrirse, o lo hacen con un retraso muy considerable, han conseguido por el momento que las autoridades educativas, cumpliendo con su obligación de atender el servicio público educativo, acaben con esta práctica habitual que sólo contribuye a aumentar el deterioro de la ya descalabrada enseñanza pública en Andalucía.
Pero, como subraya Pedro de Tena) en Libertad Digital, la rebelión en las aulas andaluzas crece.