Un afectado por la bacteria comecarne pide reconozcan su caso como accidente laboral para poder acceder a una prótesis

El brigada forestal afectado por la llamada bacteria comecarne al que tuvieron que amputar un brazo en 2008 espera impaciente la llegada del juicio en el que puedan declarar su caso como un accidente o enfermedad laboral, y no como una enfermedad común, como está establecido hasta ahora, y así le sufraguen la prótesis de 25.000 euros que necesita y a cuyo importe no puede hacer frente con los 500 euros de pensión que cobra cada mes.

El juicio iba a celebrarse el pasado mes de junio, pero por falta del abogado de una de las partes, se retrasó a octubre de 2011, con lo que se aplazaron también las aspiraciones del afectado, Federico, de que le reconozcan su caso como accidente laboral y le financien el cien por cien de su prótesis, cosa que no ocurre al figurar como enfermedad común, donde la Seguridad le sufraga la mitad.

«Yo no puedo pagar tampoco 13.000 euros, porque no los tengo», ha apuntado Federico a Europa Press Televisión. El afectado ha señalado que mientras no se celebre el juicio no hay posibilidad de ponerse el brazo articulado, ya que no puede afrontar ni los 25.000 euros que cuesta, ni siquiera el 50 por ciento que podrían financiarle. Esta prótesis, ha destacado, le sería de «gran ayuda», y le haría más fácil la vida a la hora de ducharse o vestirse.

«La diferencia es que como accidente laboral me costearían la prótesis y como enfermedad común, como está ahora, sería imposible ponérmela» por falta de recursos, ha insistido Federico, quien ha apuntado que con sus 534 euros mensuales y los 452 de su mujer tienen que comer y vivir junto a sus dos hijos.

Federico afirma que contrajo la bacteria «estando trabajando», con lo que sería un accidente laboral, pero que, sin embargo, su caso figura como enfermedad común, lo que implica cobrar 500 euros mensuales en lugar de 1.500, no tener indemnización y el que no le costeen la totalidad del brazo.

Este hombre, que tiene en la actualidad 64 años, resultó herido en octubre de 2008 mientras sofocaba un incendio en un vertedero. Un corte y un posterior golpe en la mano hicieron que la extremidad comenzara a hincharse y que Federico, con fiebre alta, fuera ingresado e intervenido de urgencia en el Hospital de Requena.

«TE TRATAN EN 48 HORAS O FALLECES»

El brigada, al parecer, se vio afectado por la bacteria Streptococcus pyogenes del grupo A, conocida como ‘comecarne’, que va devorando el tejido muscular y que obligó a amputarle el brazo izquierdo. Con esta bacteria, «te tratan en 24-48 horas o falleces», indicó Federico.

Esta bacteria provoca fascitis necrotizante, una infección que se extiende por el tejido celular subcutáneo y la fascia, produciendo una rápida necrosis.

Federico afirma que su caso fue un accidente laboral. No sabe si la bacteria la contrajo en el vertedero, «donde hay microbios de todo tipo», o donde, pero afirma que el Streptococcus pyogenes, según los médicos, entró por un corte que tenía en la mano y que éste, se lo hizo «en horas de trabajo».

Este hombre insiste en que vean su caso como un accidente laboral para poder tener la prótesis y vivir mejor ya que los algo más de 500 euros que cobra al mes «no dan para nada». «Tengo un alquiler de 250 euros, un hijo que vive aquí y otro que está estudiando», ha indicado.

«UNA GRAN AYUDA»

La prótesis, ha indicado, sería una «gran ayuda» para él, ya que podría «coger cosas con las manos» o vestirse. Y es que ahora, con un brazo solo, está muy limitado. En este sentido, ha comentado que no puede ducharse bien con una sola mano y tiene miedo de resbalar en la ducha, que necesita calzado sin cordones o pantalones con elástico, ya que los cinturones «son un problema».

Federico no sabe por qué declararon su caso como enfermedad laboral, aunque cree que igual la empresa para la que trabajaba «tenía miedo por si no cumplía alguna cuestión de seguridad». Sin embargo, ha añadido que posteriormente se eximió de responsabilidad a la empresa, ya que «todo era correcto».

El brigada insiste en que reconozcan su caso como accidente, lo que implicaría también recibir una indemnización de unos 80.000 euros. Además, a la hora de jubilarse, afirma, no es lo mismo hacerlo como enfermedad que como accidente laboral. «Imagino que sería una mejora sustancial lo que me quedara para la jubilación», ha dicho.

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