Como el gran problema que tiene la universidad es un problema económico, evidentemente yo soy economista ahí si que tengo una ventaja
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Tras tres décadas como profesor en la Universidad Complutense de Madrid, Luis Perdices de Blas (Madrid,1958), aspira a ser el máximo responsable de dicha institución académica. Por el momento, es Catedrático de Historia del Pensamiento Económico y Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid.
Dice que es profesor porque desde siempre quiso enseñar. Estar con la gente joven que tiene ganas de aprender y que propone cosas,
Enseñar como pensar, pero no qué pensar
Perdices habla de números, alqo común entre todos los candidatos, pero a diferencia de sus rivales da cifras concretas:
el principal problema que tiene la Complutense es el económico con una deuda de 140-180 millones de euros.
Como el gran problema que tiene la universidad es un problema económico, evidentemente yo soy economista ahí sí que tengo una ventaja
Siente pasión por los números y fue el amor el que le llevó hasta ellos. Reconoce entre risas que estudió economía porque se enamoró de su profesora. Sus tres décadas como docente en la Complutense están precedidas por su etapa de estudiante, también desarrollada en dicha universidad.
Es un hombre muy cordial y de aire simpático, pero en cuanto empieza la entrevista su gesto pasa a ser serio. Me recibe en su despacho después de un acto de campaña y me cuenta que aún le espera otra entrevista y más eventos a lo largo de todo el día.
Su contundencia dialéctica se convierte en corrección política cuando sale el tema del posible retraso de la celebración de las elecciones por una denuncia de otro de los candidatos, Patxi Aldecoa.
Son cuestiones de tipo jurídico y de interpretación, vamos a dejar que el juez actúe y yo aceptaré lo que diga el juez
Finalmente el magistrado ha decidido que las elecciones se celebren el día previsto, el 6 de abril de 2011.
Con los hechos de la Capilla de la Complutense se ha suscitado un debate dentro de la comunidad universitaria. El autor del libro Pablo de Olavide (1725-1803) tiene muy clara su opinión:
He condenado los hechos, pero estoy a favor de la libertad de culto y la de expresión.
Para mí no hay incompatibilidad entre una universidad pública laica y una capilla. Porque las capillas son unos recintos en los que la gente va a rezar pero nadie te obliga a ir allí.
Una cosa diferente, y que no se está solicitando por parte de los católicos es que haya simbología religiosa en las aulas, salón de actos…