Paro juvenil: el modelo alemán.

MADRID, 9 (OTR/PRESS)

Los sindicatos y los empresarios, incapaces de llegar a acuerdos, han dejado en manos del Gobierno la decisión sobre la reforma de la negociación colectiva. Y como este viernes comprobaremos, el Gobierno no ha llegado a ninguna parte. Más tiempo perdido y menos oportunidades para salir pronto de la crisis. Lo que no se haga hoy, habrá que hacerlo mañana inevitablemente, pero el coste social -será mucho mayor y el cambio estará más lejos. En resumen, seguimos sin hacer casi nada para crear empleo real, lo que afecta especialmente a los mayores de 45 años y a los más jóvenes. ¿Qué sentido tiene estudiar hasta los 25 años, hablar idiomas, tener incluso un máster y no encontrar trabajo? Algunos de estos jóvenes tan preparados tal vez no tengan nunca un trabajo. Ahora porque no lo hay y más tarde porque ya serán «mayores» para que les contraten.

En su última visita a España, Angela Merkel ofreció el modelo alemán de formación que permite a ese país no sólo tener una de las tasas de paro juvenil más bajas del mundo sino demandar miles de profesionales cualificados de otros países -técnicos y universitarios-. Son ya muchos los españoles que han inmigrado, pero lo interesante es que se quedaran aquí. Sería posible si copiáramos lo que ya está inventado allí en la Formación Profesional y también ya en la Universidad.

El secreto alemán -también Austria y Suiza lo aplican- es no separar nunca el trabajo de la formación, la escuela de la empresa. Mediante acuerdos con las grandes empresas, los estudiantes hacen un 35 por ciento de formación teórica y el restante 65 por ciento lo completan trabajando en prácticas en una empresa. Las compañías son las encargadas de financiar en parte esa formación porque son las más interesadas en escoger de forma selectiva a los mejores alumnos para sus plantillas, pero de esta política se benefician todas las restantes empresas y, sobre todo, el conjunto de los ciudadanos y el Estado, que gasta menos. Es la empresa-escuela y funciona. Tanto que se está extendiendo a los niveles universitarios y de gestión empresarial porque, como dice el presidente de los empresarios alemanes, Dieter Hundt, «igual que se forma un electromecánico también puede formarse un ingeniero superior o un gestor empresarial». «Copien nuestra formación en la empresa, dice Hundt, y su paro bajará».

Pero aquí, la empresa y la Universidad no se miran. La culpa es de las dos. Y las empresas crean sus propios centros de formación post-universitaria de espaldas a la Universidad. Gracias al MIR tenemos excelentes médicos y gracias a la Ley de Acceso, en breve tendremos mejores abogados. Pero si los estudiantes de FP y de la Universidad pudieran estudiar y trabajar al estilo alemán, tendríamos más trabajo, mejores profesionales y mucho menos paro juvenil. Dicen que lo que están estudiando el gobierno y la CEOE. Ojalá tengan más éxito que en la reforma laboral. [email protected]

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