Se trata de una planta con las que se intoxicaban las brujas. Y, junto con la bedalona, es la base de conocidos venenos desde la antigüedad
Un joven de 23 años ha sido detenido este 24 de agosoto de 2011 en Coslada por agentes del Cuerpo Nacional de Policía como presunto suministrador de la infusión mortal de estramonio que consumieron varios chicos -dos de los cuales fallecieron- en la fiesta «rave» celebrada el pasado fin de semana en la finca La Aldehuela, en Getafe.
Los cadáveres de ambos jóvenes fueron hallados, con pocas horas de diferencia, en las proximidades del antiguo edificio abandonado conocido como El Monasterio, lugar habitual de celebración de fiestas de música electrónica desde hace una década.
Los informes forenses determinaron que su fallecimiento había sido debido al efecto mortal del estramonio. Un amigo de ambos, que también asistió a la fiesta, resultó herido de gravedad, aunque ya ha sido dado de alta.
Un cuarto amigo y otros testigos explicaron que un hombre llegó a la fiesta con una botella de líquido oscuro y aspecto de té y les ofreció que bebieran porque era una especie de té de hierbas con efectos alucinógenos.
«Bebed, es gratis», repetía, según los testigos. Ese hombre es el que ahora, apenas tres días después del suceso, ha sido detenido por la Policía.
LOS FALLECIDOS
Pablo Echegoyen y Alberto del Olmo, ambos de 18 años de edad, perdieron la vida de fiesta. Como relatan en El Mundo Luis Fernando Durán y Víctor Mir y recogen todas las agencias, la noche del pasado 22 de agosto de 2011 no regresaron de la que fue su última fiesta ‘rave‘.
Un amigo, el que ha sobrevivido, ha contado a la policía que, en medio de la fiesta, un tipo con una botella de plástico se acercó a cuatro amigos del barrio de La Elipa y les animó a probar una bebida casera que había elaborado él mismo con una planta: «Es un rollo parecido a las setas».
Era estramonio, una planta de efectos sedantes y alucinógenos. Los chicos bebieron: dos de ellos, Pablo Echegoyen y Alberto del Olmo, murieron intoxicados horas después en mitad de un camino de tierra y otro, Álvaro García, tuvo que ser ingresado en el hospital.
García fue llevado al hospital por el cuarto amigo, que una vez que vio que lo habían ingresado se fue de allí sin decir a dónde se dirigía. Él también sufría los efectos del estramonio aunque en menor medida. La policía lo encontró tras horas de estar buscándole y lo interrogó a mediodía en la comisaría.
El chico confirmó que el grupo de amigos había mezclado en la fiesta alcohol y Speed con el mejunje que les había ofrecido un desconocido.
UNA JUERGA MORTAL
Estaban de juerga en la zona de La Aldehuela, en Perales del Río (Getafe), y todo tenía que haber sido ‘normal y divertido’. Fue letal.
Un tercero, llamado Álvaro L. G., de 20 años, corrió mejor suerte y se recupera en el hospital universitario getafense donde permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos en estado grave.
La policía busca ya a un posible cuarto implicado, en paradero desconocido.
Según han revelado los primeros análisis toxicológicos del herido grave, este veinteañero ingirió grandes cantidades de diferentes drogas, incluyendo el estramonio, una planta muy venenosa demandada por sus efectos alucinógenos.
Se trata de una planta con las que se intoxicaban las brujas. Y, junto con la bedalona (sustancia también utilizada para los mismos fines), son la base de conocidos venenos desde la antigüedad.
Son dos plantas de la familia de las solanáceas (como la patata o el tomate), bastante comunes y relativamente fáciles de encontrar, pero muy tóxicas. Una dosis mínima crea un caso de envenenamiento con estados alterados de conciencia y alucinaciones al estilo del LSD. Y una dosis mayor sencillamente te mata.
Sin embargo, los resultados han dado negativo al resto de sustancias estupefacientes, a pesar de que sus amigos han manifestado que también consumió ‘speed’, una droga sintética anfetamínica. Igualmente han asegurado que el suceso se produjo en una ‘rave’ ilegal con música electrónica, organizada al aire libre y sin ninguna medida de seguridad.
El primer cadáver fue encontrado sobre las 18.00 de ayer domingo en las inmediaciones de un río, después de que una pareja alertara al Summa de que había visto a un joven tendido en el suelo. Posteriormente fue identificado como Pablo E.L., de 18 años.
Horas más tarde, sobre las 23.00, la Policía Local de Getafe y la Guardia Civil hallaron el cadáver de Alberto O.G., de la misma edad, unos kilómetros más adelante, también en las proximidades del río.
Testimonios de amigos y vecinos
Vecinos del fallecido Alberto han asegurado a EL MUNDO que la pasada madrugada, en torno a las 2.00, escucharon al hermano de la víctima llorar y gritar en plena calle «¿Por qué a mi hermano?». El fallecido residía en la calle Lago Constanza, en el distrito madrileño de Ciudad Lineal.
Por su parte, un amigo de Pablo, el otro fallecido, ha testimoniado a este periódico que era un chico normal de su edad y tranquilo. «Le gustaba quedarse en casa, tenía novia desde hace un par de años o tres y quería sacarse el carnet de conducir».
Según sus declaraciones se trataba de una buena persona, incluso «se había sacado algo de dinero ayudando a personas mayores», ha matizado este amigo.
Asegura que el pasado jueves fue el último día que vio a su amigo y que fue entonces cuando le propuso acompañarle a la ‘rave’ en la que ha perdido la vida. «Yo le dije que no porque soy menor de edad», ha explicado.
Asegura que Pablo ya había acudido a este tipo de fiestas «alguna vez» pero que nunca le vio drogarse. Pablo vivía en la avenida de Guadarrama, en el distrito de San Blas.
