Una explicación posible es la menor capacidad femenina para desarrollar sus habilidades espaciales
Las diferencias entre el cerebro de hombres y mujeres anima conversaciones y da juego a chascarrillos y libros de lectura fácil como aquél «¿Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no saben leer los mapas?».
Pero -como explica N. Ramírez de Castro en ABC– también ocupa a sesudos investigadores.
Desde un punto de vista biológico, el cerebro del hombre y la mujer son distintos en algunos rasgos aunque no se han encontrado pruebas concluyentes de su efecto en el comportamiento.
La siguiente pregunta que ocupa a neurobiólogos y psicólogos es si las diferencias observadas son solo el resultado de una educación típicamente masculina o femenina.
La última aportación científica en este debate llega desde la Universidad de California.
Los investigadores estadounidenses querían averiguar por qué las mujeres están tan poco representadas en el mundo tecnológico y en carreras universitarias puramente técnicas como son las ingenierías.
Una explicación posible es la menor capacidad femenina para desarrollar sus habilidades espaciales, una capacidad que nos permite, por ejemplo, resolver con mayor facilidad un puzle o interpretar un mapa.
Esa habilidad es clave también en el estudio de disciplinas técnicas, desde matemáticas a la física. Su conclusión es clara, las diferencias son solo educativas. No es una cuestión de género.