La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía cuenta con poder ofertar para el nuevo curso 2011-2012 un total de 12.000 acreditaciones de las competencias adquiridas a través de la experiencia profesional para aquellos empleados que, «aún llevando muchos años trabajando y contar con unas destrezas acumuladas, no tienen una acreditación que le permita hacer valer su experiencia y capacidad» en ese ámbito.
Por el momento, según ha indicado el consejero de Educación, Francisco Alvarez de la Chica, en una entrevista con Europa Press, su departamento y el de Empleo, junto con el Ministerio de Educación, ya han fijado una cifra de 10.000 acreditaciones para el próximo año pero, aún con las negociaciones abiertas, espera que «puedan llegar a un poquito más, en torno a las 12.000».
Para el titular de Educación, estas acreditaciones suponen un «ámbito de segunda oportunidad extraordinario», ya que están permitiendo a muchos trabajadores, sobre todo del sector de la Dependencia y de la Educación Infantil, «adquirir una acreditación escrita de lo que, si no es de viva voz, no puede demostrar pese a tener una experiencia impagable». «Darle respaldo a esta gente es muy importante», argumenta.
Como se recordará, la acreditación de la experiencia laboral es una de las líneas estratégicas del II Plan Andaluz de Formación Profesional 2011-2015 que ultima en la actualidad la Junta de Andalucía y que cuenta con una inversión inicial de 4.000 millones de euros. Los otros pilares del programa serán la implantación de certificados de profesionalidad, el impulso a la cultura emprendedora y una apuesta decidida por una Formación Profesional (FP) de calidad.
Sobre este último aspecto, Alvarez de la Chica ha recalcado que el objetivo del Gobierno andaluz es «ser capaz de transmitir a los ciudadanos la necesidad de que debemos estar permanentemente mejorando y preparándonos», algo para lo que confía plenamente en las nuevas tecnologías y en la puesta en marcha este mes de septiembre del Instituto de Enseñanzas a Distancia de Andalucía, que será el segundo en España de estas características después del de Cataluña y que pretende fomentar la educación permanente en la comunidad convirtiéndose en el lugar de referencia de todos aquellos alumnos que cursen estudios semipresenciales o a distancia.
«Aparte de que las TIC le permiten a uno estudiar cuando puede, porque muchas veces la presencia física y reglada con un horario fijo (de asistencia a clase) hace que sea incompatible con nuestra propia forma de vivir, hay que ofrecer esas oportunidades a los ciudadanos y ahí hay un inmenso trabajo que las Administraciones públicas tenemos que hacer y Andalucía en eso va a ir a gran velocidad», defiende el consejero.
Sobre todo, explica, porque el éxito de la formación a distancia privada «está ya garantizado» y ahora el objetivo es que la Administración sea capaz de «fabricar materiales para progresar en la enseñanza on-line» y ofrecer aquellas «titulaciones, especialmente de Formación Profesional, que puedan encaminarse hacia la enseñanza a distancia o semipresencial».
«Sorprende que cuando uno oye en los medios de comunicación ofertas de FP o de cursos de alta capacitación y de los que la gente sale bien preparada, la gran mayoría sean a distancia. Entonces la pregunta es, ¿hay oportunidades para que la Administración pública haga eso, para acercarlo a los ciudadanos que no tienen para costearse un curso de esa naturaleza e incluso hacerlo mucho mejor? Yo creo que sí», recalcó tras apuntar que Andalucía «va a dar un gran salto en los próximos años» en este ámbito.
MAS «SEGUNDAS OPORTUNIDADES»
De forma paralela al fomento de la Formación Profesional semipresencial o a distancia, Educación también trata de recuperar al alumnado que un día dejó de estudiar, fundamentalmente, para incorporarse al mercado laboral en los años de pujanza económica. Para ello, el Gobierno andaluz ha puesto en marcha iniciativas como la prueba de acceso al Bachillerato para mayores de 20 años (celebrada por primera vez el pasado mes de junio) y la ‘Beca Segunda Oportunidad’, dirigida a facilitar la reanudación de los estudios a 3.000 jóvenes desempleados de entre 18 y 24 años con cargas familiares, a los que se les ayudará con 400 euros mensuales.
Según Alvarez de la Chica, esta beca es «incomparable» a todas las demás porque permitirá «que algunos de las varias decenas de miles de jóvenes que sabemos que lo están pasando mal en Andalucía y en España y que, en condiciones y con voluntad, volverían actualmente al sistema educativo, puedan hacerlo». «Hemos pensado que una oferta de 3.000 becas puede ser una oferta significativa para abordar un problema importante para el futuro de mucha gente que, como ciudadano, tiene derecho a ser feliz».
Preguntado por las críticas que ha suscitado la cuantía de esta beca, el consejero ha admitido que «es verdad que 400 euros no es un salario», pero que, igualmente, «supone una ayuda y una motivación». «Es posible que haya gente que incluso esté dispuesta a hacerlo sin nada a cambio porque haya llegado a la convicción de que su única solución como persona es volver a formarse, pero pensamos que es una ayuda que puede tener un nivel de motivación importante», se defiende.
En este sentido, ha reconocido que «la beca no va a resolver la situación de ingresos o económica de ninguna familia» pero ha querido aclarar que la pretensión final de la ayuda no es otra que la de «dar oportunidades de futuro de los jóvenes». «El valor verdadero de la beca no es tanto los 400 euros como que esa persona pueda terminar formada y preparada para encontrar un trabajo el resto de su vida», concluye.
Hasta la fecha y desde que el pasado mes de julio se abriera el plazo para solicitar esta beca, Educación no ha recibido demasiadas solicitudes, «ni de esta beca ni de las otras». La explicación se encuentra en que nueve de cada diez expedientes de este tipo que se tramitan se realizan del 1 al 30 de septiembre «porque la gente prefiere echar las solicitudes cuando los centros ya están abiertos». Habrá que esperar, pues, a que llegue octubre para conocer cuántos jóvenes podrán beneficiarse de una de estas 3.000 becas de segunda oportunidad educativa.
