Sirve para estigmatizar a los que hablan español, en un entorno tan proetarra y ultranacionalista como es la UPV
La Universidad del País Vasco (UPV) se propone regular que el euskara sea el idioma prioritario en el día a día de los profesores, investigadores y personal de administración y servicios en los campus, tanto en sus comunicaciones internas -escritas y orales- como en la atención a los usuarios, al margen de la exitosa implantación del vasco como lengua de aprendizaje.
El Rectorado -como queda claro en la Propuesta de prórroga y adecuación del Plan Director del Euskara de la UPV/EHU, presentado este 21 de junio de 2012 en el Consejo de Gobierno por el equipo encabezado por Iñaki Goirizelaia- tiene incluso encargado un ‘distintivo‘ para diferenciar a los trabajadores que acrediten su conocimiento.
En otras palabras y como revela Leyre Iglesias en ‘El Mundo’, el plan no es otro que aplicar distintivos a su personal para discriminar entre euskaldunes y castellanohablantes.
Al margen de si la medida tiene o no alguna utilidad, es evidente que sólo sirve para estigmatizar a los que hablan español, en un entorno tan proetarra y ultranacionalista como es la UPV.
El método elegido tiene evidentes connotaciones totalitarias y recuerda a la manera en que se identificaba a los siniestros kapos en los campos de exterminio nazis.
La UPV pretende redondear el disparate con la figura del ‘susurrante‘, que hará de traductor a quien no hable euskara.
El virus del fanatismo nacionalista ha convertido lo que debería ser una casa del saber y la tolerancia, en una especie de barracón de campo de concentración.